El sector público y las empresas proveedoras de tecnología están encontrando cada vez más terrenos comunes. Por una parte, muchos gobiernos están finalmente comprendiendo que la implementación adecuada de las nuevas herramientas puede brindar beneficios muy significativos, tanto de gestión como de atención ciudadana. Por su parte, las empresas están percibiendo el creciente potencial que representa el sector público como usuario de tecnología.
Durante la Cumbre de Innovación Gubernamental realizada la semana pasada por Oracle en la Ciudad de México, se abordaron temas como seguridad pública, procuración de justicia, salud, educación y economía, y se discutió de qué manera puede la tecnología contribuir para construir gobiernos más eficientes.
En lo que a salud pública se refiere, hasta ahora el Gobierno ha realizado un gasto muy fuerte en los pacientes crónicos. Sin embargo, hoy existen tecnologías que permiten, por ejemplo, conocer el estado de salud de determinado paciente y saber si está tomando un medicamento. Esto muchas veces evita internar al paciente, lo cual permite reducir costos y mejorar los servicios.
Otro ejemplo son las llamadas smart cities, o ciudades inteligentes, en las cuales la energía eléctrica ha cobrado especial relevancia. Actualmente es posible, con nuevas herramientas que optimizan el uso del alumbrado público, disminuir la intensidad de la iluminación de acuerdo con la cantidad de luz solar, o adaptarla según la hora y el tipo de zona (habitacional o industrial, día o noche, entre otros aspectos). Así, el dinero ahorrado por estas acciones puede destinarse a otras áreas, como educación o salud.
Los cuatro impulsores de las TIC en el Gobierno
Javier Cordero, Director General de Oracle en México, comentó que existen cuatro aspectos que han impulsado la adopción de tecnología en el sector público recientemente. Uno de ellos es el llamado GRP (Government Resource Planning, o planeación de recursos gubernamentales), el cual ha generado una demanda importante de soluciones durante este año, debido a la ‘armonización contable’ con la cual el Gobierno debe cumplir a partir del pasado 1 de enero.
El segundo aspecto tiene que ver con los repositorios de información. Cordero enfatiza que hoy, más que nunca, las administraciones deben incorporar conceptos como Big Data y redes sociales para estar más cerca de los ciudadanos.
En tercer lugar, las herramientas analíticas están siendo cada vez más adoptadas por los gobiernos para la toma de decisiones, tanto internas como hacia el exterior.
Finalmente, los proyectos de recaudación, de catastro y de ventanilla única son tres elementos a los cuales las administraciones a nivel federal, estatal y municipal le están apostando en gran medida y están generando un impulso en las TIC, según Cordero.
Academia, Gobierno, empresas y ciudadanos deben trabajar juntos.- Deloitte
Para Alonso Yáñez, Socio Líder del Sector Público en Deloitte México, los grandes retos y problemas solo pueden resolverse a través de la colaboración de todos los actores de la sociedad. «La tecnología nos da herramientas que, con un esfuerzo razonable, nos permiten resolver muchos de esos problemas. Hay un enfoque pragmático y es fundamental voltear a ver a la sociedad, las empresas, la academia y el gobierno en distintos niveles para determinar la mejor fórmula para enfrentar esos retos», señaló.
Una ventaja de utilizar la tecnología en beneficio de la gestión pública es, según Yáñez, desarrollar fuerzas de trabajo virtuales donde, por ejemplo, dos Secretarías de Estado ya no tengan que contratar a diferentes economistas para realizar trabajos parciales, sino que existan grupos o pools de expertos que colaboren de manera coordinada para todas las áreas de Gobierno. «Esta forma innovadora de resolver los problemas nos está llevando a la adecuación de las políticas públicas», añadió.
Una encuesta reciente arrojó que el 80% de los servidores públicos opina que el Gobierno conoce las necesidades de los ciudadanos. Por su parte, solamente el 20% de éstos últimos cree que el Gobierno conoce sus necesidades. Una tendencia similar se muestra cuando se les pregunta a ambos grupos sobre qué tanto utiliza el Gobierno la tecnología para resolver dichas necesidades.
En este sentido, el ejecutivo de Deloitte opina que la Academia, el Gobierno, las empresas y la ciudadanía son actores fundamentales que deben trabajar en conjunto para acortar esa brecha, basándose en una agenda digital.