La Comisión Europea tiene previsto presentar de manera inmediata una propuesta de ley sobre la desconexión en el teletrabajo, según afirmó el comisario europeo de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit, durante un debate en el Parlamento Europeo.
Schmit expresó su decepción por el estancamiento de las negociaciones con los interlocutores sociales y subrayó la importancia de avanzar en este tema sin regresar a puntos anteriores.
El comisario destacó que es esencial cumplir con el derecho a la desconexión, especialmente después del fracaso de las conversaciones. Afirmó que algunas empresas inteligentes ya han incorporado este derecho a sus políticas de recursos humanos, y enfatizó la necesidad de enviar un mensaje fuerte a los trabajadores, garantizando su derecho a mantener límites y no ser tratados como robots, independientemente de donde vivan.
En respuesta al descontento por la falta de progreso en este tema, la Eurocámara exige que la Comisión Europea elabore una ley que permita a los trabajadores telemáticos desconectarse fuera de su horario laboral y abstenerse de responder llamadas o correos electrónicos después de sus horas de trabajo.
Los eurodiputados han pedido una propuesta antes de finalizar el mandato y señalan la ausencia de un marco jurídico europeo sobre el derecho a la desconexión en la Unión Europea, a pesar de tres años de espera desde el informe aprobado en diciembre de 2020.
El vicepresidente de los socialistas, Alex Saliba, recordó que la comisión parlamentaria de Empleo y Asuntos Sociales aprobó un informe en 2020 pidiendo a la Comisión una propuesta legislativa que incluyera el derecho a no ser solicitado fuera del horario laboral. A pesar de ello, lamentó que no haya habido acuerdo y que las patronales no asuman sus responsabilidades.
La eurodiputada española Estrella Durá, del grupo socialista, hizo hincapié en la necesidad de proteger la salud mental de los trabajadores frente al control, aumento de la carga de trabajo y aislamiento asociados al teletrabajo. Enfatizó que la tecnología debe impulsar el progreso, no la precariedad laboral.
Aunque la directiva europea sobre ordenación del tiempo de trabajo aborda el equilibrio entre la vida profesional y privada, todavía no existe un marco jurídico específico que regule directamente el derecho a la desconexión en la Unión Europea.