El dilema es cómo adoptar las nuevas tecnologías ante los riesgos implícitos y frente a la necesidad de asignar recursos financieros que normalmente se aplican al mantenimiento de los servicios tecnológicos en una proporción del 80% del presupuesto de TI. Ante esto, el margen de recursos disponibles para la innovación y la modernización tecnológica resultan precarios.
La idea entonces, es rescatar todo aquéllo que las estructuras legadas generan valor y asignar los nuevos recursos de una manera muy eficiente para lograr el mayor retorno posible, en el menor tiempo.
De hecho, comenta Ignacio Ayala, Director Comercial de Micro Focus para México y Centroamérica en entrevista con Mundo Contact, que ‘los recursos legados no son necesariamente viejos, inservibles o inflexibles. Si bien todo cambia y evoluciona, existen aplicaciones legadas suficientemente maduras y eficientes, que operan en los procesos de negocio y otras funciones internas’.
‘Lo importante para nosotros es encontrar alternativas de solución para que los directivos de tecnologías y otras áreas involucradas se muestren receptivos para construir el puente hacia la modernidad, logrando el ensamblaje entre las distintas áreas en la organización que están involucradas, ya sean de negocios, finanzas, etc., y que si bien quieren y necesitan lo mismo, a veces hablan en lenguajes diferentes’.
Algo importante es que las organizaciones han aprendido a discernir y seleccionar las tecnologías que realmente aportan valor en términos de negocio, de tal manera que las decisiones de adquisición progresan cuando se aportan elementos de juicio y beneficios tangibles.
‘Una variable definitoria para los responsables de TI es evitar que los riesgos inherentes al cambio puedan afectar el core de la organización, sus procesos de negocio y su continuidad operativa’.
El ciclo de vida de desarrollo del software está constituido por una serie de procesos que parten de la conceptualización hasta la definición precisa de los requerimientos. ‘Este punto es crucial para diseñar y entregar el software que cubra todas las expectativas requeridas’.
Según nos comenta Ignacio Ayala, ‘aproximadamente el 68% de los proyectos de desarrollo fracasan porque los requerimientos no fueron correctamente definidos. Ante esto, las pruebas que se ejecutan en el proceso de testing detectan deficiencias de origen’.
‘La correcta realización y aseguramiento de la aplicación implica un proceso controlado de todas las fases, desde la definición de requerimientos, la precisión del testing y la ejecución de las pruebas para descubrir áreas de mejora’, señaló Ayala.
La propuesta de Micro Focus es acompañar al usuario final durante todo el proceso de definición de requerimientos hasta la puesta en producción.
La empresa cuenta con más de 600 casos de éxito que se han hecho públicos en su sitio web por parte de sus mismos clientes, donde se da testimonio de los resultados obtenidos en temas de modernización y adopción de nuevas tecnologías.