League of Legends, la competencia favorita de la industria global del deporte electrónico es equiparable a la Copa del Mundo, dentro de la industria de los eSports, que vale 13,000 millones de dólares y se realiza en un estadio de 50,000 asientos en Corea del Sur.
El campeonato tiene el récord de la audiencia más grande entre los torneos de juegos. El año pasado, 60 millones de personas asistieron a la final en Beijing, donde el equipo Samsung Galaxy derrotó al tres veces campeón SK Telecom T1, otro equipo de Corea del Sur.
Para competir se necesitan agallas, pensamiento rápido y trabajo en equipo, además de numerosas horas de práctica para vencer a otros equipos que ponen mucho empeño. Los ganadores continúan con la codiciada Copa del Invocador.
Si bien ningún equipo surcoreano jugó las finales, el entusiasmo por los deportes electrónicos está más caliente que nunca en esta nación de 50 millones de habitantes, donde es muy común ver un café de juegos en casi todas las calles principales de una ciudad.
Eso está aumentando las ganancias de los desarrolladores de juegos locales, mientras que fabricantes como Hyundai Motor y Samsung Heavy Industries luchan por recuperar su antigua gloria. Por ejemplo, Netmarble, que se especializa juegos para teléfonos móviles, tiene una capitalización de mercado que rivaliza con la de LG Electronics.
No es de extrañar que el juego haya generado nuevos negocios, desde libros y ropa hasta juguetes y accesorios.
Algunos jugadores alcanzan el estatus de celebridad en Corea del Sur. Lee Sang-heyok, “Faker” de T1, gana millones de dólares cada año y comanda a tantos seguidores, que la mayoría de los jugadores de béisbol y fútbol estarían celosos.
Cada vez más jugadores calificados de la nación disfrutan de carreras exitosas, que a menudo los llevan a viajes por el mundo, mientras que un número cada vez mayor de adolescentes aspira a seguir sus pasos, asistiendo a las escuelas de cram para eSports.
“Corea del Sur ha producido muchos jugadores talentosos”, dijo Song Chong-ho, gerente general de T1. “Se ha convertido en el Brasil de los deportes electrónicos”.
