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Los datos son el nuevo petróleo

Los datos se están convirtiendo en el principal activo de las organizaciones

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Los peligros cibernéticos como el robo de identidad, el fraude y el robo de datos, serán una constante en el mundo digital en los próximos años, de acuerdo con el reporte anual de Riesgos Globales que elabora el Foro Económico Mundial.

Actualmente, se estima que al menos 7 de cada 10 organizaciones mantienen datos críticos y confidenciales en la nube, y que para el 2025 esta cifra se incrementará 600 veces.

A finales de 2019, los fraudes cibernéticos en México crecieron 35%, principalmente a través del comercio electrónico, la banca móvil, los pagos por celular y las operaciones por la web, según cifras de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF).

Además, Juniper Research estima que las filtraciones de datos costarán a las empresas 8 billones de dólares entre 2017 y 2022.

En opinión de Maribel Dos Santos, Directora General en Oracle de México, los ciberdelincuentes se vuelven cada vez más sofisticados, por lo que es fundamental que las compañías se aseguren de la resiliencia de sus datos y sistemas.

 

Los datos, el principal activo de las organizaciones

En un contexto global, donde los datos personales se han convertido en uno de los principales activos de las empresas –y que no existe un sistema informático que no sea vulnerable a este tipo de amenazas–, en las organizaciones recae la responsabilidad de contar con las herramientas necesarias para evitar problemas como:

  • Suplantación de identidad
  • Fraudes
  • Robo de ahorros por acceso a información bancaria
  • Pérdida de privacidad
  • Revelación de información sensible
  • Daños al prestigio por la publicación de imágenes

La seguridad de los datos está íntimamente vinculada al valor de una marca, por lo que un paso en falso tiene amplia repercusión en la reputación de las compañías.

Es importante comprender que, en esta realidad virtual, los atacantes pueden contar con diversos perfiles, normalmente falsos, y estos pueden ser empleados de un estado-nación, miembros de un grupo criminal organizado, o solo usuarios curiosos en la búsqueda de información.

Como respuesta a las posibles amenazas y con el objetivo de mitigar riesgos, muchas de las empresas optaron por migrar a la nube de primera generación debido a la seguridad que esta brindaba a los datos.

Sin embargo, los constantes cambios de tecnología, el aumento en el volumen de información y de usuarios en el mundo virtual han obligado a la industria a continuar reinventándose para ofrecer los mejores estándares de calidad y seguridad.

La ciberseguridad en la era de la nube consiste en encontrar el tipo de seguridad más fuerte. Se trata de evolucionar para no ser vulnerables ante las organizaciones criminales.

Una de las principales características de la seguridad en la nube es el tener capas superpuestas que protejan los datos desde cualquier ángulo sin importar el tamaño o giro del negocio.

La nube de segunda generación está diseñada específicamente para ayudar a las empresas a ejecutar grandes cargas de trabajo de forma segura.

Contar con las medidas y herramientas apropiadas para cuidar y proteger los datos personales dejó de ser un valor agregado en las empresas para convertirse en una necesidad.

Los datos son el nuevo petróleo, y en una época donde todo es almacenado en un espacio intangible y desconocido como la nube, es importante tomar la mayor cantidad de precauciones.

Fuente: Oracle