El empresario de satélites Charlie Ergen y el genio de las computadoras Michael Dell, tienen un plan para abrir frecuencias inalámbricas poco utilizadas a millones de clientes con un nuevo servicio 5G.
SpaceX, de Elon Musk, presentó una objeción a la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos, que gobierna la distribución de ondas de radio, diciendo que el ‘plan’ arruinaría a su servicio de banda ancha satelital.
La propuesta ha provocado un escándalo entre los multimillonarios, cuya batalla se destaca en el expediente de la FFC, que a menudo se limita a cuestiones técnicas como las características de la antena y la potencia de la señal.
Ello refleja lo que las fortunas pueden hacer a medida que Estados Unidos avanza hacia las redes 5G que unirán hogares, vehículos y fábricas.
Una subasta del gobierno a principios de este año de ondas de aire 5G recaudó 81,000 millones de dólares cuando los proveedores inalámbricos más grandes de Estados Unidos adquirieron frecuencias; está en marcha otra venta de ondas de radio que podría generar 25,000 millones.
Los caminos de los tres multimillonarios chocan en una franja de ondas de aire conocida como banda de 12 gigahercios.
Las ondas de radio en cuestión podrían valer hasta 54 mil millones de dólares si la FCC permite el cambio, según un estudio presentado por una empresa de Dell.
En una presentación, SpaceX dijo que las ondas valen mucho menos. Aún así, dijo que RS Access buscaba una ‘ganancia inesperada’ al aprovechar las ondas de radio que hoy en día son inútiles.
Dish ha enfatizado las demandas expandidas para el servicio 5G que está diseñado para conectar no solo teléfonos móviles, sino también dispositivos que incluyen monitores para bebés, vehículos, drones aéreos, tractores y equipos de fábrica.
‘Esta banda es realmente buena para 5G’, dijo el presidente ejecutivo de Dish, Jeff Blum, en una entrevista. ‘Y sería una oportunidad perdida si la comisión dejara el status quo en su lugar’.
