La compañía de vehículos aéreos Kitty Hawk comenzará a volar en Nueva Zelanda su primer taxi volador autónomo.
Este es su primer modelo llamado Cora, es completamente eléctrico, puede despegar y aterrizar como helicóptero y volar como un avión.
De este modo, tiene el potencial para despegar desde lugares muy reducidos como una azotea, recorrer 100 km y alcanzar una velocidad de 150 km por hora.
Pero más aún, a diferencia de las avionetas, el pasajero no tendrá que tener conocimiento sobre el manejo del avión, pues Cora es completamente autónomo.
La ausencia de una infraestructura en entornos reales y la falta de regulación que ampare su actividad, ha sido un inconveniente para que esta startup desarrolle su modelo en Estados Unidos.
Sin embargo Kitty Hawk ha encontrado en el Gobierno neozelandés un aliado para desarrollar su Cora.
La compañía ha logrado un acuerdo con el país para que sus aviones sean parte de un proceso de certificación oficial.
La esperanza es que el proyecto se desarrolle de forma óptima para que se logre una red comercial de taxis voladores en el curso de tres años.
Pese al acuerdo con Nueva Zelanda, la compañía tendrá que cambiar algunos enfoques para probar sus aviones.
Pero Cora tiene el potencial de una tecnología sostenible, eficiente y transformadora que puede enriquecer la vida de las personas, no solo en Nueva Zelanda, sino en todo el mundo, indicó Peter Crabtree, miembro del ministerio de negocios, innovación y empleo de Nueva Zelanda.