En opinión de Brian Chesky, cofundador y director ejecutivo de Airbnb, a causa de COVID-19 los viajeros se quedarán más cerca de sus casas, no se subirán a los aviones, no cruzarán fronteras ni viajarán significativamente a ciudades.
El viaje nunca volverá a ser como era antes del COVID. Simplemente no lo hará. A veces, hay meses en que ocurren décadas de transformación’, dijo el directivo.
‘Creo que se comenzará a ver que los viajes se vuelven más íntimos, más locales y en comunidades más pequeñas’, añadió al citar datos de Airbnb que muestran que los viajes dentro de los países se están recuperando a niveles normales. Pero su negocio internacional está siendo golpeado fuertemente.
Chesky dijo que los cambios perjudicarán el negocio de las convenciones en los años venideros. ‘Creo que muchas personas se darán cuenta de que no necesitan subir un avión para tener una reunión’, comentó.
Mientras el negocio está mejorando, los cierres globales causados por la pandemia de coronavirus tuvieron un efecto devastador en Airbnb.
La compañía despidió a casi 25% de su fuerza laboral a principios de mayo y recaudó alrededor de 2,000 millones de dólares en capital y deuda para aumentar su balance. Parece improbable que su oferta pública inicial, esperada desde hace mucho tiempo, ocurra pronto.