Bruselas
La Comisión Europea (CE) impuso una multa de 242 millones de euros a Qualcomm por precios abusivos en los chipsets de banda base 3G.
Según explicó el Ejecutivo comunitario, el fabricante de procesadores aprovechó su posición dominante para expulsar del mercado a su competidora, la multinacional británica Icera, lo cual es ilegal de acuerdo con las normas de competencia de la Unión Europea (UE).
‘Los chipsets de banda base son componentes clave para que los dispositivos móviles se puedan conectar a Internet’, declaró la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.
Vestager agregó que la venta ‘a clientes clave’ de esos productos a precios inferiores al costo de producción por parte de Qualcomm impedía la competencia e innovación y limitaba la oferta disponible para los usuarios en el sector.
Al permitir a los teléfonos inteligentes y a las tablets conectarse a redes móviles, los chipsets de banda base se usan para transmitir mensajes de voz y datos, pero la decisión del Ejecutivo comunitario afecta solo a los de tercera generación (3G).
La Comisión concluyó que Qualcomm tuvo una posición dominante en el mercado global de esos dispositivos entre mediados de 2009 y mitad de 2011, cuando vendió ciertas cantidades de tres de sus chipsets de banda base 3G por debajo del costo de producción a las empresas chinas Huawei y ZTE, ‘dos clientes estratégicamente importantes’, según Bruselas.
Esa actuación pretendía expulsar del mercado a Icera, según el Ejecutivo comunitario.
La CE precisó que esa conducta tuvo lugar cuando la compañía británica se estaba convirtiendo en un suministrador ‘viable’ de esos productos 3G ‘con alto rendimiento en velocidad de datos’, lo que convertía a Icera en ‘una amenaza creciente’ para Qualcomm.
Así, Bruselas concluyó que las acciones de Qualcomm perjudicaron ‘gravemente’ la competencia. De hecho, en mayo de 2011 Icera fue adquirida por la tecnológica estadounidense Nvidia, que decidió liquidar la división de chipsets de banda base en 2015.
La multa de 242 millones de euros tiene en cuenta ‘la duración y gravedad de la infracción’, representa el 1.27% de la facturación de Qualcomm en 2018 y pretende también disuadir a las demás empresas en el mercado de llevar a cabo iniciativas similares en el futuro, explicó la Comisión.
El Ejecutivo comunitario también indicó que aunque el dominio en el mercado no es por sí solo ilegal, las empresas líderes tienen ‘una especial responsabilidad de no abusar’ de su posición.
En 2018, la CE ya multó a Qualcomm con 997 millones de euros por abuso de posición dominante en el mercado de los chipsets.