La finlandesa registró un 7.3% menos de ventas que en el segundo trimestre de 2010
Nokia sigue siendo el fabricante de telefonía móvil líder. Sin embargo, su margen es cada vez más estrecho respecto al resto de rivales. La compañía no consigue remontar el vuelo y hacerse un hueco en el sector de los teléfonos inteligentes y así lo habrían notado los resultados económicos de su último trimestre fiscal.
La empresa finlandesa sufrió pérdidas de 487 millones de euros, unos números negativos que fueron mayores que los esperados por los analistas. El año pasado, durante el Q2, la compañía registraba 285 millones de euros en ganancias.
Las ventas se precipitaron en términos interanuales. Entre abril y junio fueron de 9,725 millones de euros, lo que se traduce en una caída del 7.3%.
No hay más vuelta de hoja. Este cuarto habría sido nefasto para Nokia. En el primer trimestre del año consiguió aumentar su utilidad neta un 32% en relación al año pasado consiguiendo 231 millones de euros. Por su parte, las ventas también se elevaron un 9.2% hasta los 10,339 millones de euros.
Pese a reconocer que los resultados de la compañía fueron peores de lo esperado, su CEO, Stephen Ellop, destacó los avances de Nokia en el trimestre. “Tenemos una estrategia clara para abordar las preocupaciones sobre la competitividad de nuestros productos”, señaló. En esta línea explicó que Nokia habría avanzado bastante en el ámbito de los smartphones y teléfonos de negocios y que aquellos que han visto su trabajo inicial con Windows Phone les han proporcionado un feedback muy positivo.
Elop también subraya el enfoque más sensible al precio de los productos que Nokia ha acometido en estos meses y el cambio en la estrategia de ventas y marketing “hacia las interacciones con los consumidores mediante el retail”.
Fuente: ITespresso
