La reciente imposición de aranceles por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que en algunos casos superan el 30%, ha generado incertidumbre en el sector tecnológico, que teme una posible interrupción en las cadenas de suministro y un aumento en los costos de producción debido a la dependencia de Asia.
Aunque las nuevas medidas, que la administración de Trump considera ‘recíprocas’, incluyen un arancel global del 10%, los países asiáticos con una fuerte presencia en las cadenas de suministro de grandes corporaciones estadounidenses, como China y Vietnam, enfrentarán tasas más altas.
En el caso de China, los nuevos aranceles del 34% se suman a los gravámenes ya existentes del 20%, lo que eleva la tasa total a un 54% para las importaciones chinas.
Apple, que depende en gran medida de Foxconn (el mayor ensamblador de productos electrónicos del mundo), se ve afectada, ya que Foxconn tiene fábricas en China, India, Vietnam y otros países. Esta empresa ensambla anualmente unas 50 millones de unidades de iPhone, cuya producción se concentra en China.
Las tensiones comerciales con Estados Unidos durante el primer mandato de Trump (2017-2021) llevaron a muchas empresas a trasladar su producción de China a Vietnam, que se ha convertido en un destino clave para firmas tecnológicas como Apple y Google.
En los últimos meses, empresas como Foxconn y Google han intensificado su presencia en Vietnam, donde Apple también ha comenzado a fabricar algunos de sus productos.
La India también fue gravada con un arancel del 26%, una tasa mucho más baja que la aplicada a China o Vietnam. Esto ha convertido a la India en un destino atractivo para Apple, que ya ha trasladado entre el 10% y el 15% de su producción de iPhone al país. Durante el periodo abril-enero, las exportaciones de iPhone desde la India se acercaron a los 11,680 millones de dólares.
La Casa Blanca excluyó productos como cobre, medicamentos y semiconductores de estos nuevos aranceles, lo que beneficia a proveedores asiáticos de microchips como Samsung Electronics,
SK hynix y TSMC. Sin embargo, estos gigantes surcoreanos están evaluando sus planes de negocio en respuesta a la política comercial de Trump y han incrementado sus inversiones en EU para alinearse con el enfoque proteccionista del gobierno estadounidense.
TSMC, que domina el mercado global de semiconductores, también ha anunciado planes de inversión en EU por 100,000 millones de dólares, lo cual se ha interpretado como un gesto hacia la administración Trump, que ha amenazado con imponer aranceles aún mayores a los chips taiwaneses.