Un juez federal en San Francisco dictó que Google debe permitir la entrada de competidores en su plataforma Play Store, la tienda predeterminada de aplicaciones en dispositivos Android.
La orden responde a la demanda de Epic Games, la empresa detrás de Fortnite, que acusó a Google de prácticas anticompetitivas, incluyendo acuerdos con fabricantes para excluir apps de terceros.
El fallo obliga a Google a permitir que otras plataformas de descarga puedan distribuir sus apps a través de Play Store y accedan a su catálogo durante los próximos tres años. Además, la empresa no podrá ofrecer incentivos a desarrolladores para mantener exclusividad en Play Store ni obligarles a usar su sistema de cobros.
Google anunció que apelará la decisión, argumentando que ignora la competencia directa con Apple en el mercado de dispositivos móviles y solicitó suspender el fallo mientras se resuelve el proceso judicial.
Tim Sweeney, directivo de Epic Games, indicó que la Epic Games Store estará disponible en Play Store en 2025, y destacó que esta medida temporal permitirá a desarrolladores y fabricantes crear un entorno Android más competitivo. Sin embargo, el fallo solo aplica en esta jurisdicción y no resuelve la situación globalmente.
El caso podría tener un impacto significativo para Google, que se queda entre un 15% y 30% de las ventas generadas a través de su tienda de aplicaciones. En 2023, un jurado declaró a la compañía culpable de violar las leyes antimonopolio, lo que derivó en un acuerdo de 700 millones de dólares y medidas para facilitar a los usuarios la descarga de apps fuera de la Play Store.
De acuerdo con Sensor Tower, el gasto de los consumidores en aplicaciones móviles alcanzó los 124,000 millones de dólares en 2023. Pese a la decisión judicial, las acciones de Alphabet, la matriz de Google, registraron un leve incremento del 0.08% en las operaciones secundarias.