La Comisión Europea prevé que las primeras conexiones 6G empiecen entre 2023 y 2024 en una carrera por una nueva generación de tecnología, que ya ha comenzado en algunos países del mundo, y que Europa espera poder comercializar a finales de esta década.
El jefe de la unidad de sistemas de conectividad de la UE, Peter Stuckmann, informó los planes de la Comisión Europea en lo que concierne a la transición del 4G al 6G.
En un contexto de recuperación tras el COVID, en el que la UE prevé destinar 700,000 millones de euros para paliar los efectos de la pandemia, Stuckmann destacó la importancia de que se despliegue completamente el 5G y, en paralelo, se impulsen iniciativas para un 6G, que espera que se empiece a lanzar a finales de la década.
De momento, el 5G ya se comercializa en Europa y la idea es que en 2025 estén cubiertas todas las áreas urbanas y rutas de transporte principales, mientras que en 2030 el despliegue sea ya completo en todo el territorio.
Stuckmann reconoció que aún queda mucho por hacer, teniendo en cuenta que se han producido ciertos retrasos en las asignaciones de espectro en la UE.
En lo que concierne a la banda de los 700 Mhz, una de las tres necesarias para el 5G, solo se ha desplegado el 30% y, en la de 3.5 Ghz, un 50%. También percibe demoras en la tercera de estas tres bandas para el despliegue del 5G, la de 26 Ghz, en la que Europa se tendrá que poner al día.
En tanto se desarrolla esta iniciativa por completo, en Europa ya se han lanzado un conjunto de proyectos 6G, denominados Hexa-X, por valor de 60 millones de euros para investigar tecnologías específicas para esta nueva generación de tecnología, que aún está en fase incipiente, pero sobre la que ya están investigando otros países.
En Europa, Finlandia está a la cabeza y ya empezó con inversiones en esta tecnología en 2019.
Nuevas aplicaciones en robótica, así como la extensión de la realidad extendida (internet de los sentidos) son algunas de las ventajas que se esperan del 6G.
Si en el 5G se hablaba de capacidades de almacenamiento en Gigabit, es decir, de mil millones de bits, en 6G se hablará de Terabits, es decir, un millón de millones de bits, explicó Narcís Cardona, catedrático de la Universidad Politecnica de Valencia y director de Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTeam).
En cuanto a tiempo, si en el 5G se hablaba de un retardo de milisegundos, en 6G el tiempo se reducirá aún más, lo cual será imperceptible para el ser humano, pero no para las máquinas.
El 6G irá más orientado a conectar el mundo virtual con el físico; adoptará un mayor número de dispositivos y probablemente desaparecerá como tal el teléfono inteligente, que dejará de ser una especie de navaja suiza, para ser sustituidos por elementos que se incorporarán en el entorno corporal.
Entre otras previsiones, se contempla que se usen bandas de frecuencias más altas y que se combinen tecnologías de radio con radar. También se dará un salto cualitativo en cuanto a la generación de datos, que requerirán otros tipos de computación, la fotónica (cuántica).