Los robots chinos que limpian ventanas, espejos y superficies como pisos y mesas, comienzan a extender su popularidad en los hogares.
Si bien ya existen modelos como el Windorobot, el nuevo aparato Cop Rose no necesita dos unidades enganchadas por un imán para funcionar, sino que es de una sola pieza que hace succión con dos potentes ventiladores para adherirse a las superficies verticales que va a limpiar.
Con esto se logra que, por un lado recorra superficies que un imán sería incapaz de abarcar por su grosor –como la pared de la cocina–, y por otro lado, puede operar también en horizontal sobre el suelo o sobre mesas
y su funcionamiento resulta más sencillo.
Es fácil de operar, basta con encenderlo, colocarlo en el cristal, esperar a que la succión lo sujete con firmeza y apretar el botón de inicio.
Los dos mapas circulares que cubren los ventiladores se ponen en marcha y cubren hasta el 99% de la superficie de la ventana. Automáticamente, el aparato busca el límite superior derecho, alcanzando espacios donde nosotros no llegamos, y desde ahí comienza su movimiento descendente. La tela atrapa la mugre, mientras que el resto de las partículas de polvo se absorben por los ventiladores.
No obstante, el Cope Rose, igual que otros modelos que se venden en Amazon, siempre debe estar enchufado a la corriente. Aunque tiene un largo cable de 4 metros, es posible que haya lugares a los que no puede acceder, ya sea porque son grandes ventanales o porque no hay un enchufe cerca.
Otro componente es una batería que le permite mantener la succión durante 20 minutos en caso de que se interrumpa el suministro, ante lo cual se detiene y enciende la luz roja intermitente, emitiendo un silbato para alistar al usuario.
La humedad reduce la capacidad de sujeción y puede hacer que el aparato resbale, por lo cual se debe rociar levemente con líquido limpiacristales uno de los dos círculos limpiadores, pero siempre utilizándolo en superficies secas.
El robot no se cae pero sí puede dejar zonas sin limpiar en las esquinas debido a que su desplazamiento es lento pero eficiente.
Como si fuera un alpinista, el aparato debe estar sujeto con una cuerda anclada en un lugar firme para evitar caídas o cuando se pierde succión.
El robot se puede operar a distancia con un control remoto y cuenta con un botón de encendido y frenado, un dial con flechas para moverlo de un lado a otro y tres modos de operación que únicamente se diferencian por el orden en que se mueve aparato.
Estos robots cada vez más se emplean en la industria, en fábricas o para limpiar edificios elevados, con el consiguiente efecto de disminución de puestos de trabajo.
Con información de El País