Rusia ha importado más de 1,000 millones de dólares en chips avanzados de fabricantes estadounidenses y europeos.
Este hecho resalta la paradoja de que, a pesar de las restricciones implementadas para evitar que el ejército de Vladimir Putin obtenga tecnología para alimentar su participación en la guerra en Ucrania, más de la mitad de los semiconductores y circuitos integrados importados en los primeros nueve meses de 2023 fueron fabricados por empresas estadounidenses y europeas, según datos clasificados del servicio de aduanas ruso.
Entre los fabricantes se encuentran nombres prominentes como Intel, Advanced Micro Devices, Analog Devices, así como empresas europeas como Infineon Technologies AG, STMicroelectronics NV y NXP Semiconductors.
Vale la pena señalar que no se sugiere ninguna violación de las leyes de sanciones por parte de estas empresas, y los datos indican detalles sobre quién exportó las tecnologías a Rusia, desde dónde fueron enviadas y cuándo se fabricaron los productos.
Empresas que cumplían con los requisitos de sanciones cesaron sus operaciones en Rusia cuando estalló la guerra, implementando procesos y políticas para monitorear el cumplimiento. Afirman trabajar activamente para prevenir el desvío ilícito de mercancías, colaborando con las autoridades pertinentes.
Este comercio pone de manifiesto las dificultades que enfrentan Estados Unidos y la Unión Europea para cortar el suministro de alta tecnología destinado a la maquinaria militar rusa en medio de diversas rondas de sanciones desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022.
A pesar de los esfuerzos, Rusia ha continuado produciendo armas, incluyendo tanques de batalla y misiles que han afectado a las ciudades ucranianas.
Es relevante destacar que la mayoría de las tecnologías restringidas ingresan a Rusia mediante reexportaciones, utilizando terceros países como intermediarios, entre ellos China, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos.
Estados Unidos y la UE han estado trabajando para bloquear estas rutas, centrándose en productos avanzados y de alta prioridad que son esenciales para las armas rusas en Ucrania o para su fabricación.
Según datos de aduanas, Rusia importó un total de 1,700 millones de dólares en chips en los primeros nueve meses del año pasado, incluyendo 1,200 millones de dólares provenientes de 20 empresas diferentes.