SpaceX puso en órbita el satélite de comunicaciones AMOS-17, con el cual se busca mejorar la conexión a internet en África.
El cohete Falcon 9 de la empresa fundada por Elon Musk despegó ayer desde Cabo Cañaveral, Florida, a las 7:23 de la tarde, hora local.
El aparato ‘está preparado para apoyar el crecimiento en una variedad de servicios de transmisión, banda ancha, movilidad y datos en todo el continente africano’, dijo la compañía en un comunicado.
El satélite, que tuvo un costo de 161 millones de dólares y fue fabricado por la firma israelí Spacecom, fue liberado del cohete tras 32 minutos de vuelo.
El AMOS-17 incorpora tecnología de Boeing, una inusual alianza entre esta firma y SpaceX, competidores principales en la carrera espacial comercial, aunque esta no es la primera vez que ambas suman fuerzas para un lanzamiento, como ocurrió en 2014 con el ORBCOMM.
‘Está previsto que AMOS-17 esté en funcionamiento durante un mínimo de 20 años, lo que permite un servicio estable y duradero’, agrega el comunicado.
El lanzamiento de este martes estaba previsto en un inicio para el sábado pasado, pero SpaceX decidió postergarlo para reemplazar una válvula y revisar los motores del cohete.
Este es el segundo lanzamiento que lleva a cabo SpaceX con la compañía Spacecom, tras el fallido intento de 2016, cuando una explosión durante una prueba previa impidió el lanzamiento del satélite AMOS-6.