Debido al creciente uso de teléfonos inteligentes y redes sociales, es cada vez más común que los psicólogos reciban como pacientes a los llamados huérfanos digitales, es decir, hijos que se lamentan de la adicción de sus padres al mundo digital.
En los últimos cinco años se han dado las señales de los primeros niños que experimentan abandono debido a la adicción de sus padres al teléfono inteligente.
Según la Master Coach Alejandra Corona, los huérfanos digitales son aquellos niños que están desprovistos de la atención materna o paterna debido a que sus padres son adictos a la tecnología, específicamente al smartphone.
¿Cómo surge este problema?
La especialista considera que la raíz de esta primera generación de huérfanos digitales no fue causada, como podría pensarse, por la tecnología que ha inundado al mundo entero desde los años 90.
Esto significa que nos son las computadoras personales, los videojuegos o el internet los responsables del fenómeno, sino el teléfono inteligente.
‘Cuando se lanzó el primer iPhone en 2007, Steve Jobs dijo que era un invento que revolucionaría al mundo, y así fue. Sin embargo, gracias al nacimiento de las redes sociales, el teléfono inteligente se convirtió en un compañero inseparable’, creando un hábito que cobró fuerza a partir de 2010, explica Corona.
‘La primera generación de niños considerados como huérfanos digitales comenzó a gestarse en 2010, tuvo un repunte en 2014 y hoy estamos viviendo esa generación de niños y algunos casi adolescentes que experimentan un abandono por el uso excesivo que sus padres tienen con sus teléfonos inteligentes’.
Consecuencias
Los huérfanos digitales se caracterizan por experimentar comportamientos negativos en su conducta:
- Crecen enojados con sus papás
- Adquieren conductas erróneas de relaciones sociales, ya que desean un dispositivo móvil más que cualquier otra cosa, porque ellos aprendieron que ese objeto se usa para comunicarse con familiares y amigos, para aprender, para jugar y para divertirse
- Generan gastos en los papás porque deben comprar un smartphone a su hijo… y no es un teléfono sencillo ni barato.
‘Pero quizá una de las consecuencias más graves es que el niño tiene toda la intención de ignorar a sus padres a partir de recibir un teléfono, porque obtendrá las mismas satisfacciones que sus papás tienen con los suyos. El teléfono funcionará como un escudo para protegerse de sus papás y no dar cabida a los espacios emocionales’.
¿Qué deben hacer los papás?
En su libro, Alejandra Corona propone un plan estratégico que consta de diversas etapas:
- Hacer conciencia del problema
- Hacer una reflexión profunda del asunto y ubicar todas las actividades que disfrutan los padres y que no les gusta hacer con sus hijos.
Es recomendable tomar un curso de coaching que ayude a los papás a ponerse objetivos alcanzables, medibles, realistas y con límite de tiempo.
También es posible crear hábitos para utilizar el smartphone de una manera más eficiente sin que interfiera en las relaciones con los hijos.
Corona también sugiere utilizar una app que establezca objetivos y otorgue premios al alcanzarlos; la app da indicaciones, con el fin de tener una mejor convivencia con los hijos y evitar pasar demasiado tiempo en redes sociales.
La coach y escritora afirma que, gracias al método que propone en su libro, se abraza al problema como parte de la solución, y no es necesario deshacerse del smartphone o atacar a la tecnología.
De acuerdo con el último informe de la Asociación de internet.mx, en México ya hay casi 80 millones de internautas, de los cuales, el 90% se conecta a la red desde un smartphone.
Además, el tiempo de uso de la web es cada vez mayor, ya que el promedio que un mexicano pasa diariamente conectado a internet es de 8 horas y 12 minutos.
