El video y las soluciones de analítica de datos son algunas de las herramientas tecnológicas que están ayudando a mitigar y prevenir los problemas de seguridad privada y urbana en México.
‘Para temas de alto impacto como el robo de vehículos, asaltos y secuestros, son tecnologías que pueden ayudar desde la prevención, control o reacción, opina Roberto De La Mora, director de Mercadotecnia y Nuevos Negocios de ho1a.
Cada vez más las organizaciones y el sector público adoptan este tipo de tecnologías para ofrecer servicios inteligentes, así como para dar respuestas más eficientes y rápidas a los problemas de seguridad que aquejan a distintas ciudades y municipios de México, según el directivo.
Particularmente el video sobre IP se ha convertido en el sensor por excelencia para prevenir, acotar, reconocer, mitigar y documentar los eventos que atentan contra la seguridad de las personas y los activos de las empresas en los sitios que representen más riesgo.
Estos sistemas, integrados con plataformas de análisis de datos no estructurados, crean soluciones integrales de seguridad que no solo permiten monitorear la actividad del momento, sino que también proveen la inteligencia necesaria para correlacionar eventos, producir evidencia de los hechos, responder rápidamente ante amenazas e inclusive predecir condiciones de riesgo y atacar estas antes de que se conviertan en un incidente grave.
Datos de la Secretaría de Seguridad Pública del municipio de San Pedro Garza García en Nuevo León, indican que con el uso de la tecnología, principalmente de cámaras de vigilancia, se han disminuido 17% los robos en los últimos tres años; actualmente, 7 de cada 10 detenciones se realizan gracias a la información que brindan las 1,200 cámaras que tiene el municipio.
‘Lo anterior da muestras de cómo los sistemas de analíticos de datos y video están siendo una parte fundamental para mitigar el problema de la seguridad en el país’, según De la Mora.
Los nuevos dispositivos de video, conectados al internet, permiten de manera precisa, confiable e intuitiva, crear ‘reglas de negocio’ para reconocer automáticamente eventos inseguros y disparar acciones de mitigación o respuesta sin la intervención directa de una persona.
‘Hoy en día, por ejemplo, la atención de un operador de dos cámaras es de 22 minutos; después de ese lapso su atención disminuye 95%. Se calcula que estos operadores pueden revisar hasta 900 millones de eventos al mes. En ese sentido el sector público puede apoyarse de la tecnología para responder a la demanda de los sucesos de seguridad pública’, agregó.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública de México en nuestro país hay 23 mil 500 cámaras de videovigilancia en manos de instituciones de seguridad, para las cuales se destinó una inversión de 1,369 millones de pesos para su instalación.
Se calcula que en México las ventas de equipos de videovigilancia han crecido en los últimos cinco años alrededor de 60%, y que al menos 8 de cada 10 mexicanos consideran que este tipo de tecnología es efectiva para hacer frente al clima de seguridad que se vive en el país.
Inteligencia e integración son la clave para lograr eficiencias
De la Mora explica que hay sistemas que son capaces de reconocer paquetes abandonados en aeropuertos u oficinas, integrar bases de datos para reconocimiento facial y seguimiento automático de sospechosos de actividades ilícitas, equipos para la detección automática de tumultos y manifestaciones, así como integración de bases de datos para reconocimiento facial.
Las plataformas inteligentes de análisis que forman parte de esta nueva generación de sistemas de seguridad y protección basados en video también permiten crear ‘historia’ de eventos y protocolos de respuesta para poder tomar acciones proactivas y preventivas ante eventos y sugerir cambios en los procesos de protección y seguridad para evitar eventos antes de que estos ocurran.
Según estimaciones de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (Envipe) 2016, el gasto por la inseguridad y el delito significó 236 mil 800 millones de pesos el año pasado, lo que representa el 1.25% del Producto Interno Bruto (PIB).
‘Si los gobiernos y el sector privado apuestan por sistemas inteligentes en materia de seguridad, podrían mitigarse también los costos que representa la inseguridad de nuestro país, puntualizó De la Mora.