ZTE y el Gobierno de Estados Unidos alcanzaron un acuerdo que permitiría a la compañía volver a operar en el país norteamericano.
El pasado mes de abril, el Departamento de Comercio anunció la prohibición a las empresas locales de comprar componentes de la firma china.
El acuerdo supone el pago de una multa millonaria por parte de la empresa, así como la aceptación de la presencia de inspectores estadounidenses para certificar que ZTE no vuelve a violar un acuerdo previo alcanzado en 2017.
ZTE acordó el 7 de marzo del año pasado pagar una multa de 1,192 millones de dólares al Gobierno estadounidense por violar la prohibición de realizar exportaciones a Irán y se comprometió, además, a sancionar a los directivos que habían decidido llevar a cabo estas operaciones comerciales.
Sin embargo, el mes pasado Washington acusó a ZTE de no cumplir con su compromiso de tomar medidas disciplinarias contra sus empleados y de intentar ocultar este hecho.
Como consecuencia, el Departamento de Comercio de Estados Unidos decidió prohibir durante siete años la compra de componentes de la empresa china a las compañías locales.
Esta situación dificultó las negociaciones comerciales que mantienen Washington y Pekín en estos momentos, lo que llevó hace un par de semanas al presidente Donald Trump a urgir a su propia Administración a que revisara la sanción.
La decisión del mandatario fue vista como una concesión a China por parte de algunos sectores de Washington.