Este lunes termina el plazo para que unos 5,800 trabajadores de un almacén de Amazon en Bessemer, Alabama, voten si están a favor o no de organizarse en un sindicato, que, de salir adelante, sería el primero de empleados de la compañía en Estados Unidos.
Tras casi dos meses con las urnas abiertas, las papeletas que lleguen este lunes serán las últimas que se consideren válidas.
El proceso se alargó más de lo habitual a causa del COVID-19, que obligó a que todos los votos fueran emitidos por correo.
A partir de mañana martes empezará el proceso de escrutinio, manual y mediado por la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, en inglés) de EU, y en el que ambas partes (empresa y trabajadores) deberán ponerse de acuerdo en la validez de cada voto emitido, por lo que el conteo podría durar varios días.
Si el recuento oficial muestra que más de la mitad de los votos son favorables a que se cree el sindicato, la NLRB reconocerá formalmente el gremio, y por primera vez en su historia, Amazon deberá lidiar con un grupo de trabajadores organizados en ese país.
La firma que dirige Jeff Bezos es el segundo mayor empleador de Estados Unidos (sólo por detrás de la cadena de hipermercados Walmart) y desde el inicio de la pandemia ha disparado tanto su actividad como sus beneficios y ha contratado a decenas de miles de nuevos trabajadores.
El proceso de votación en el almacén de Bessemer está siendo seguido con mucho interés en todo el país por las repercusiones nacionales que podría tener la creación del sindicato.
Incluso el presidente de EU, Joe Biden, aludió implícitamente este caso cuando hizo, a principios de este mes, una férrea defensa pública de los sindicatos y del derecho a sindicarse.
En otra muestra de apoyo público por parte de políticos progresistas, el senador por Vermont y exaspirante presidencial Bernie Sanders acudió el lunes en persona al almacén junto al rapero y activista Killer Mike, visita que fue precedida de una disputa pública en Twitter entre él y la cuenta corporativa de la compañía.