5G representa un cambio histórico y una progresiva transformación social que provoca temores e inseguridades ante posibles vulnerabilidades de los dispositivos que utilizan esta tecnología.
Las fallas podrían, entre otras cosas, usarse para rastrear la ubicación en tiempo real de un usuario, conocer su identidad, falsificar alertas de emergencia o desconectar, sin previo aviso, un teléfono de la red por completo.
Un estudio llevado a cabo por Syed Rafiul Hussain, investigador de la Universidad Purdue en Estados Unidos, resalta 11 posibles vulnerabilidades de los dispositivos que utilizan 5G.
El autor reconoce que el sistema 5G, accesible a partir de 2020, es más seguro que los anteriores, pero insiste en que tienen flaquezas parecidas que necesitan ser analizadas y en la medida de lo posible, suprimidas.
Por su parte, la Agencia Europea de Seguridad de la Redes y de la Información, publicó el pasado jueves un extenso estudio que expone un panorama exhaustivo de amenazas de alto nivel de la nueva red en vías de expansión.
Entre unos 60 riesgos listados, se encuentra la manipulación de la conexión para controlar los dispositivos ajenos y los accesos, la configuración ilegal de contenido y datos, múltiples fraudes y falsas alarmas.
También, abuso de las interfaces de programación de aplicaciones abiertas, espionaje y robo de información y la fragilidad de las infraestructuras de 5G frente a catástrofes naturales como inundaciones, fuegos o terremotos.
La industria prevé tener en 2020 1,500 millones de usuarios 5G y llegar a 2024, cuando el 40% de la población mundial esté conectada.
El estudio resalta todos los riesgos que suponen las antiguas generaciones de telefonía móvil para el usuario y destaca, como Hussain, que 5G hereda algunos de ellos.
Juhan Lepassaar, director ejecutivo de ENISA, un opina que ‘la llegada de las redes 5G conlleva numerosos desafíos de seguridad al igual que el paso de la tecnología 1G a 4G’.
Los riesgos se deben a que, en esta nueva generación, los datos están muy expuestos debido que habrá muchos más dispositivos y aplicaciones conectadas.
El informe ayudará, según pretende la institución europea, llevar a cabo análisis más detallados y evaluaciones centradas en elementos particulares de la infraestructura 5G, para ayudar a comprender su exposición a las amenazas.
Los investigadores estadounidenses de Purdue y de la Universidad de Iowa han construido un modelo estándar de un dispositivo 5G y verificado un total de 187 propiedades de la infraestructura, gracias a su sistema 5GReasoner: un análisis detallado de seguridad y privacidad.
Mediante una modelización del lenguaje, han capturado el comportamiento del aparato y mandando consignas para ver cómo responde.
‘Por ejemplo, intentamos ver si era posible capturar y recrear toda una conversación con exactamente la misma información. Y así, poco a poco, pudimos comprobar que tenía los mismos defectos que las tecnologías antiguas’, precisa Rafiul.
‘Es la primera vez que se incorpora la seguridad como el principal criterio, cuando antes, del 1G al 4G, era tan solo un aspecto añadido’, argumenta Arturo Azcorra, director de IMDEA Networks y catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid.
‘Queremos asegurarnos de que la nueva infraestructura tecnológica es segura, antes de que se despliegue de manera masiva. Queremos hacer que nuestra red sea la más robusta que haya existido’, apunta Hussein.
El principal temor para Azcorra, el experto español, con el 5G, no es la privacidad de los datos, las posibles falsas alarmas o los robos de identidad.
‘El mayor riesgo que veo es la transformación social que vamos a vivir y frente a la cual hay que reaccionar. Deberíamos tener un plan europeo o al menos español, para reconvertir los puestos de trabajo que se verán afectados por este cambio digital’, concluye.