El video es uno de los formatos de contenido que más ha crecido en los últimos tiempos debido a que los usuarios cada vez leen menos y prefieren consumir información en formato audiovisual.
Lo anterior representa una ventaja para las marcas, que pueden utilizar la tecnología programática, ofrecer contenido personalizado a los usuarios y además alcanzar a aquellos que han dejado de ver televisión o han reducido considerablemente el tiempo que le dedican a programas de aire y cable.
El video se ha posicionado como uno de los formatos de contenido de mayor crecimiento y se estima que su liderazgo continúe hasta 2018. En América Latina, Brasil cuenta con 58 millones de espectadores de videos online, seguido de México, con 21.9 millones, y Argentina, 15.9 millones.
Sin lugar a dudas, nos encontramos frente a una revolución en cuanto a la manera de consumir contenidos en medios debido a que, con el auge de las plataformas digitales, los consumidores y las marcas se han vuelto creadores de contenido.
Lo cierto es que existen muchos mitos en torno a este popular formato:
1. El video se consume principalmente en la casa. A medida que las conexiones mejoran y aumenta el acceso a redes WiFi, el consumo de video se dirige hacia el móvil. Se estima que para 2020 habrá un 36% de aumento en el número de dispositivos conectados a la red.
2. El video online es sólo para adolescentes. El consumo de videos online y el uso de redes sociales se ha expandido a través de todas las franjas etarias y niveles sociales. Lo que resulta importante para las marcas es que, dentro de esta masividad, identifiquen a su audiencia y generen contenidos adaptados a sus necesidades y deseos.
3. El desarrollo de videos online es fácil y barato. Si bien en la actualidad muchos teléfonos tienen la capacidad de grabar videos en HD y en cualquier momento, generar un video de calidad toma tiempo y requiere una planificación profesional, una organización efectiva y dinero. Una vez concluido el video, se debe seleccionar la audiencia con la que se busca interactuar. Aunque el precio es menor a los de televisión, se necesita invertir para alcanzar el objetivo de visualización deseado.
4. Se pueden simplemente replicar los comerciales de televisión. Los usuarios ya se acostumbraron a los anuncios de TV, pero tienen diferentes estándares para los videos online, buscan contenido emocional con el que se sientan identificados; un contenido que les divirtiera, los involucre y los motive a compartirlo con sus amigos. El video online impacta sensiblemente mejor cuando se percibe que se desarrolló con esta plataforma en mente.
5. El proceso termina cuando se sube el video. A diferencia de la televisión, la marca no puede desasociarse una vez que publica el video; por el contrario, ahí es cuando la interacción con el cliente comienza. Es sumamente importante monitorear el comportamiento de los seguidores, responder a sus inquietudes y comentarios, y generar conversaciones para poder nutrir la relación e incrementar el engagement con los clientes.
6. Un alto número de visitas es sinónimo de éxito. Este punto está muy relacionado con el anterior, ya que para disfrutar de los laureles hay que monitorear los comentarios y leer bien las estadísticas para entender la razón de las visualizaciones. Todos conocemos casos que se han hecho virales, y no necesariamente, siempre es por razones positivas.
El video online es un formato excelente y sumamente efectivo para las marcas, pero a su vez, hay que conocerlo bien y tener en cuenta los mitos que lo rodean para que, a la hora de implementar una campaña, todo resulte como esperamos y podamos celebrar los exitosos resultados.
Por Nicolás Casco, CEO de Darriens