Todos los días nacen proyectos con ideas innovadoras y muy creativas, pero por falta de recursos son muy difíciles de concretar. Hoy, parece que esta situación comienza a dar un giro de 180 grados, gracias a una tendencia de financiamiento colectivo denominada ‘crowdfunding‘. La propuesta consiste en conseguir a muchos donantes pequeños para que, todos juntos, provean grandes presupuestos en pequeñas dosis.
Este sistema fue muy utilizado en las campañas políticas de 2008 en Estados Unidos y ahora es una alternativa común para la capitalización de start-ups (pequeñas empresas) en países como Estados Unidos, Reino Unido y Holanda. Por ejemplo, uno de los sitios más consolidados son: Kiva, Kickstarter y KissKissBankBank. En América Latina, ya operan Idea.me y Banana Cash, pero Fondeadora es la primera plataforma 100% mexicana.
Este tipo de financiamiento ha sido utilizado en diversas industrias, incluso en la cinematográfica. Cuando los productores franceses Guillaume Colboc y Pommmeraud Benjamin lanzaron una campaña de donaciones por internet para financiar su película ‘Demain la Veille’, en tan solo 3 semanas lograron recaudar aproximadamente 60 mil euros, lo que les permitió rodar su cinta.
Actualmente, el mayor éxito lo están cosechando los proyectos del sector digital, debido a que están más cerca de las redes sociales, que es donde se genera la financiación.
Una de las características del crowdfunding es que el creador determina qué monto es el mínimo que necesita para poder darle el puntapié inicial a su proyecto y lo estipula desde el comienzo de la campaña. Por ello siempre hay un tiempo límite para alcanzar esa meta. En la mayoría de las plataformas, está implementado el sistema del ‘todo o nada’, lo que significa que si ese monto mínimo establecido se alcanza dentro del tiempo estipulado, el creador se lleva el monto total recaudado, pero si no lo logra, el dinero es devuelto a los colaboradores y el proyecto queda como ‘no financiado’.
De esta forma, las plataformas aseguran que no haya fraudes en los proyectos, que las recompensas ofrecidas se cumplan y que las personas tengan mayor confianza al aportar.
Para los proyectos que sí llegan al objetivo, los donantes reciben una variedad de recompensas, incluyendo notas de agradecimiento, productos o paquetes elaborados que pueden incluir una visita al lugar de trabajo del creador.
Cualquier idea, proyecto o negocio tiene un espacio en el crowdfunding. Pueden ser artistas buscando apoyo de sus seguidores, campañas políticas, financiación para el nacimiento de compañías o productos tecnológicos, entre muchas otras opciones. Lo importante es que tenga factibilidad y recompensas que llamen la atención de las personas, para que aporten y formen parte de la iniciativa. Está comprobado que un conjunto de buenas, creativas, exclusivas y valiosas recompensas, la mayoría del tiempo entrega buenos resultados en las campañas.
“La desventaja es que no hay contrato, no hay papeles. Solo realizaste una ‘donación’, así que lo que haces realmente es ‘tener fe’. Si el proyecto sale adelante tendrás un descuento y la satisfacción de haber colaborado en algo que te gusta; si no lo hace pierdes tu inversión y no puedes reclamar”, explicó Carolina Milanesa, analista de Gartner.
La analista agregó que Kickstarter es la plataforma de crowdfunding de moda. De origen estadounidense y nacida en 2008, cuenta con miles de campañas activas de todo tipo y una grandísima comunidad de usuarios que la convierten en la más interesante.
“La mala noticia para los que vivimos fuera de Estados Unidos es que en principio solo admite proyectos con base en dicho país (es necesaria una cuenta bancaria allí para recibir los fondos). Sin embargo, podríamos ver que en algún tiempo, México tenga una herramienta tan buena como Kickstarter, solo hay que tener paciencia, y aprovechar las que hay actualmente”, comentó.
Juan Pablo Capello es cofundador y miembro de directorio de Idea.me, una iniciativa latinoamericana de financiación colectiva que ya tiene presencia en Argentina, Chile y México y comentó que “el sistema funciona dándole a los emprendedores de las artes o los negocios una plataforma web mediante la cual puedan presentarle sus ideas a un público anónimo, para conseguir financiación”.
“Cuando vimos el modelo de Kickstarter en Estados Unidos, nos dimos cuenta de que se necesitaba algo similar para América Latina. Nuestra plataforma es una manera de formalizar algo que pasa todos los días en nuestras casas de manera informal e institucionalizar ese apoyo que todos están dispuestos a hacer por amigos y familia”, señaló el directivo.
Otro proyecto es Fondeadora, una asociación civil que busca unir a emprendedores creativos con fondeadores, es decir, personas interesadas en apoyar la realización de proyectos específicos con una suma determinada de dinero.
El funcionamiento de Fondeadora es simple: cada uno de los creadores publica su proyecto, fijando la cantidad necesaria de financiación, así como un tiempo límite. Los donantes realizan las aportaciones y, si se consigue la cantidad objetivo antes de que finalice el tiempo, el emprendedor tendrá el dinero a su disposición para llevar a cabo el proyecto. A cambio, los donantes obtienen recompensas acordadas.
El sitio describe su razón de ser de la siguiente manera: “Te ofrecemos una nueva forma para fondear tus proyectos. No hablamos de vendérselo a alguien. No se trata de conseguir inversionistas. Tampoco de conseguir personas que te presten dinero. Como Creador, serás el propietario y controlarás su desarrollo en un 100%. Lo único que debes hacer es reconocer a tus Fondeadores con grandes recompensas”.
De esta manera, cada fondeador recibirá un ‘premio’ por contribuir al desarrollo de los planes; es una mecánica ganar-ganar, pues el creador recibe los recursos necesarios para materializar su idea y cada usuario recibe un agradecimiento en especie según el monto con el que apoye.
Gustavo Álvarez, director ejecutivo de Fondeadora, explicó que “este modelo potencia el que la gente deje de ser espectadora y se convierta en un agente de cambio. El crowdfunding es uno de los negocios en auge y queremos ayudar a lograr los planes de muchos mexicanos que necesitan recursos para echar a andar su proyecto”.
Según Álvarez, el potencial del proyecto radica en que, si bien es una vía alternativa para conseguir fondos, también es una manera de que los usuarios de internet dejen de ser espectadores para decidir qué se crea.
Fondeadora es una herramienta totalmente tecnológica para favorecer la participación de los usuarios a nivel internacional, y trabaja bajo las plataformas de aportaciones vía PayPal y MercadoPago.
Cómo aprovechar el modelo de crowdfunding
Las herramientas de crowdfunding, aunque todavía limitadas en México y América Latina, están al alcance de los emprendedores. Pero, ¿cómo sacarles el mejor provecho para alcanzar las metas de financiamiento?
De acuerdo con la revista Wired, estos son algunos tips para llegar a más potenciales donantes y obtener los mejores resultados:
- Establecer un objetivo claro y transparente para financiar y una fecha límite; mientras más específicos y transparentes seamos acerca del uso de recursos, tendremos más posibilidades de generar confianza y atraer donantes.
- Considerar el financiamiento por etapas: No es necesario crear un proyecto que recaude todos los fondos, es posible dividir el proyecto en etapas y financiarlas poco a poco.
- Filmar un buen video para la campaña: Un video puede aumentar en 114% el financiamiento, pero debe ser una historia personalizada que refleje no solo el proyecto, si no por qué es importante para nosotros.
- Ofrecer una recompensa atractiva: Establecer diferentes cosas para distintos niveles de donativos, cuidando un balance para lograr que los donantes se motiven, pero sin saturarlos.
- Ser proactivos: Hay que moverse y no esperar a que la gente llegue sola, sino difundir el proyecto en las diversas comunidades.
- Mantener la comunicación, incluso cuando las cosas salgan mal: No hay que dejar de comunicarse con la audiencia, aunque sea para dejarles saber que algo no está saliendo bien.
Opciones de financiamiento gubernamental
Pese a que el crowdfunding es una gran plataforma para financiar proyectos, en México y América Latina todavía hay quienes prefieren buscar préstamos para impulsar la creación de un nuevo negocio o para lograr su expansión.
Las principales fuentes de financiamiento de este tipo son los fondos de la Secretaría de Economía (SE), Nafin y Conacyt. Estas instituciones proporcionan a los proyectos de emprendedores apoyo financiero temporal para el arranque y las etapas iniciales del negocio.
En el caso de la SE, el principal objetivo se basa en el Programa de Capital Semilla PYME, que busca «facilitar el acceso al financiamiento a proyectos que son técnica y financieramente viables, pero que no pueden tener acceso al sistema bancario comercial, y que no son atractivos para los Fondos de Capital de Riesgo y Capital Privado establecidos en el país, por el alto riesgo y elevados costos de transacción que involucran», según explica la dependencia.
Cabe señalar que los mejores proyectos son apoyados hasta con el 70% del costo de su implementación.
La SE establece algunos requisitos básicos para tener acceso a estos apoyos. Según su sitio de internet, los emprendedores deben demostrar que no tienen antecedentes negativos graves en el buró de crédito, contar con una constancia de incubación, darse de alta en el sistema e ingresar una solicitud de apoyo, y finalmente demostrar la viabilidad del proyecto a través de un plan de negocios.
Es un hecho que, en la medida que se generen más y mejores sistemas de financiación social, ya sea de carácter público, privado o social (como el crowdfunding), muchos emprendedores encontrarán la vía para hacer realidad sus ideas, contribuyendo así a crear empleos y vitalizar la economía.