‘La impresión en vidrio tiene inconvenientes que dificultan la fabricación de objetos con tecnología como la impresión 3D‘, comentan los investigadores alemanes, que han desarrollado un nanocompuesto de fundición que permite la impresión en tercera dimensión de ‘vidrio de alta calidad, no poroso y transparente’.
Se ha empleado una impresora 3D estereolitográfica, un método de fabricación que utiliza la luz ultravioleta para solidificar el compuesto con una precisión (o resolución) de pocas decenas de micras, dependiendo de la impresora empleada.
La cerámica y el vidrio son difíciles de imprimir en 3D debido a las altas temperaturas de más de 1,000 grados, que son necesarias para que se conviertan en estado líquido, lo que permite su uso en una impresora. Normalmente el plástico PVC y las resinas empleadas en impresión 3D se calientan entre 80 y 150 grados.
El nanocompuesto desarrollado por los investigadores permite ahora la impresión 3D, empleando nanopartículas de sílice vidrio en polvo, suspendido en un líquido que es similar a la resina líquida usada habitualmente en estas impresoras. De esta manera, el proceso de impresión no varía: un haz de luz ultravioleta solidifica el líquido capa por capa, resultando en una figura tridimensional sólida. Una vez impresa se calienta la figura en un horno para eliminar el material sobrante (la resina) y convertir las nanopartículas de sílice en vidrio.
Incluso, ‘añadiendo sales metálicas se puede obtener vidrio de diferentes colores. Este método amplia la posibilidad de los materiales empleados en la impresión 3D, permitiendo la creación de macro y micro estructuras complejas en vidrio, con numerosas aplicaciones tanto en la industria como en el mundo académico y artístico’, explican los investigadores, que añaden que la resistencia térmica de la estructura resultante del proceso llega hasta los 1,700 grados.
Con información de El País