Los drones de combate militares son cada vez más avanzados, asequibles y peligrosos.
Grupos terroristas como el Estado Islámico adquieren grandes cantidades de estos dispositivos, mientras que implementar sistemas efectivos de contraataque implica costos millonarios.
Esta ecuación, según analistas militares, plantea crecientes preocupaciones en términos de costos y amenazas para la seguridad de las tropas terrestres.
Anduril Industries, una startup con sede en California que se destaca como fabricante de armas y tecnología de defensa de vanguardia, ha desarrollado en secreto durante los últimos años un producto llamado Roadrunner.
Este dispositivo se presenta como una respuesta a la creciente amenaza de drones en Estados Unidos.
El Roadrunner, un mini avión de combate autónomo, impulsado por dos turbinas y equipado con una ojiva, despega verticalmente como un cohete, gira y vuela a cientos de kilómetros por hora hacia su objetivo.
Lo notable es que, por primera vez en este tipo de armas, un Roadrunner puede regresar a casa, aterrizar y ser reutilizado cuando no está atacando objetivos en el aire.
Aunque Anduril se ha negado a revelar el precio, afirma que cada Roadrunner costará ‘seis cifras’. En comparación, un misil Patriot, un dispositivo de drones de alta gama de la antigua tecnología estadounidense, puede costar cuatro veces esa cantidad.
La empresa, con sede en Costa Mesa, California, ha establecido una nueva línea de producción y espera que el costo de cada Roadrunner disminuya a medida que aumenta la producción y mejora la tecnología subyacente. ‘Es radicalmente diferente a cualquier cosa que la gente haya estado haciendo’, afirma Palmer Luckey, cofundador de Anduril.
La visión de Anduril es permitir que un solo operador maneje docenas o más de Roadrunners en el campo, con el software Lattice de la compañía proporcionando una vista completa de los alrededores, los objetivos y las armas disponibles. Si un enjambre de drones se acerca a una base, Lattice identificará rápidamente la amenaza y permitirá al operador enviar Roadrunners para combatirla.
El arsenal completo de productos de Anduril incluye submarinos autónomos, aviones de combate autónomos y municiones merodeadoras. La empresa espera que algunos componentes clave desarrollados para el Roadrunner, como las turbinas y los motores del avión, se utilicen pronto en otros productos.
‘Estamos construyendo nuevas instalaciones, nuevas fábricas, nuevas líneas de producción, y creo que es una posición muy liberadora’, dijo Christian Brose, director de estrategia de Anduril.