La pandemia de COVID-19 obligó a un gran número de personas a trasladar su trabajo a casa, con el consecuente aumento sin precedentes en el uso de aplicaciones para videoconferencias.
Esta situación ha sido aprovechada por los ciberdelincuentes para distribuir malware disfrazado como algunas de las aplicaciones de reuniones virtuales más populares, como Zoom, Microsoft Teams, Lifesize, Join.me, Flock y Gotomeeting.
En este sentido, las ciberamenazas ocultas en aplicaciones de videoconferencias aumentaron un 1,067% en un año, según datos de Kaspersky.
Los ciberatacantes distribuyen archivos maliciosos a través de correos electrónicos o sitios web de phishing –aparentemente auténticos– para atraer a las víctimas a que descarguen un instalador, que a su vez oculta un malware.
En marzo de 2020, se detectaron 90,000 instaladores maliciosos ocultos bajo el nombre de aplicaciones de reuniones populares, mientras que en febrero de 2020, este número se disparó a 1.05 millones, lo que representa un aumento de casi 12 veces.
La mayoría de las amenazas se detectaron en enero de 2021, cuando las víctimas se enfrentaron a 1.15 millones de ciberamenazas.
Durante 2020, los piratas informáticos atacaron a las víctimas con este tipo de malware alrededor de 411,000 veces al mes. El volumen de ataques aumentó de manera constante durante 2020, con un incremento notable en noviembre y diciembre.