El código de barras, un invento que ha transformado la economía moderna, celebra su 50 aniversario desde su diseño en Nueva York por 16 representantes del gran consumo.
Desde entonces, se ha expandido por todo el mundo y se lee 6,000 millones de veces cada día en 1,000 millones de productos.
Este código sirve para identificar, capturar y compartir información sobre productos, empresas, localizaciones y otros datos.
Su lectura se ha convertido en un acto cotidiano que utilizan dos millones de empresas en todo el mundo.
La organización sin ánimo de lucro GS1 proporciona los estándares globales para una comunicación comercial eficiente y está presente en 116 países.
La lectura de los códigos de barras reduce un 60% los recursos destinados al intercambio de información entre los agentes de la cadena alimentaria y es clave para reducir el desperdicio alimentario en un 40%.
La evolución del código ha llevado al desarrollo de más códigos lineales y a la creación de códigos en dos dimensiones, como el QR abierto, que podría ser el futuro del código de barras en el punto de venta.