Los enormes beneficios que generan la movilidad y la colaboración han provocado que el hito histórico de las PC sucumba ante la nueva tendencia de los mercados, que encuentran en los smartphones y las tablets el dispositivo que está transformando los esquemas en que trabajan las empresas y los modelos en que las personas actúan en su vida cotidiana. La era de las PC está quedando atrás porque resulta limitada y anacrónica ante la búsqueda de eficiencia, rentabilidad, comodidad y el poder que representa el acceso a la red global sin límites de tiempo y espacio.
Una evidencia palmaria de esta transición la podemos dimensionar cuando los grandes íconos de la industria reportan importantes disminuciones en la demanda de sus equipos. Ya se trate de Dell, Hewlett Packard y Microsoft, todas ellas muestran cifras decrecientes en sus ventas e ingresos.
Más aún, todas estas empresas están empeñadas intensamente en el desarrollo y lanzamiento de sus propias tablets y otros dispositivos móviles para aprovechar la demanda excedente de fin de año.
De hecho, de acuerdo con Gartner, los embarques de PC bajaron 8.3% en el tercer trimestre respecto al año anterior, a diferencia de las iPad y otras tablets, cuyas ventas se estima que crecerán un 26% el año entrante.
El epitafio de las PC tal vez debería decir, como otros tantos epitafios en el espacio de las tecnologías: «Aquí yace un hito histórico que se dio lugar ante la implacable innovación tecnológica que todo lo vuelve transitorio y perecedero».