La inteligencia artificial (IA) todavía tiene un largo camino por recorrer para transformar el mundo, pero está más cerca de lo que pensábamos, en opinión del escritor futurista Petter Leiden.
En estos días, en Silicon Valley, se está generando un sentimiento de anticipación sobre lo que está por venir.
Actualmente, la IA es el tema de conversación en la ciudad, con herramientas como ChatGPT y Bard, así como las aplicaciones de creación de imágenes Dall-E y Midjourney. Existe la creencia de que esta tecnología podría tener un impacto significativo en el universo.
Este entusiasmo ha generado un frenesí similar al de la fiebre de las ‘.com’ a finales de la década de 1990. Los CEO de empresas tecnológicas están reorientando sus compañías hacia la IA y aumentando el valor de sus acciones. Incluso mencionar la IA durante las llamadas de ganancias lleva a los inversionistas de riesgo a invertir en nuevas empresas relacionadas con la IA.
Según JP Morgan Chase, el entusiasmo por la IA ha impulsado el 45% de las ganancias del S&P500 hasta abril de este año.
Esta emoción también ha llevado a una reevaluación de tendencias anteriores, como web3 y el metaverso, que ahora parecen tener un atractivo limitado o incluso imaginario en comparación con la perspectiva de máquinas más inteligentes capaces de abordar preguntas más importantes.
Detrás de toda la jerga de marketing, se encuentra el potencial de avances sorprendentes, como el reciente descubrimiento asistido por IA de un nuevo tipo de tratamiento antibiótico para una superbacteria resistente a los medicamentos.
La obsesión por aprovechar esta tendencia y obtener ventajas sobre los competidores está remodelando las prácticas empresariales. Empresas como Huawei y otras compañías de telecomunicaciones están tratando de prepararse para futuras batallas y protegerse contra un posible colapso de la IA en toda la industria.
Se podría decir que ocho investigadores de Google sentaron las bases para este cambio en un artículo seminal publicado en 2017.
Aunque las grandes empresas tecnológicas siguen dominando el panorama en el área de Silicon Valley, como Alphabet, Apple, Microsoft y Amazon, han estado contratando talento en el campo de la IA durante años. Muchas de ellas han ajustado sus nóminas y agilizado sus operaciones para hacer frente a la relativa austeridad impuesta por las tasas de interés más altas.
