La falta de involucración de los responsables de infraestructura de red desde la implementación de nuevas soluciones de negocio tiene importantes repercusiones en los costos, en el nivel de servicio organizacional y en el deterioro del ambiente laboral.
Dentro de las múltiples y variadas responsabilidades que tiene el encargado de la red, se encuentran la evaluación del consumo de tráfico y el rendimiento de todos los componentes de la red que afectan las nuevas aplicaciones, con el fin de evitar posibles cuellos de botella a causa del incremento de la demanda de recursos que provoquen repercusiones en los costos, el nivel de servicio organizacional y el deterioro del ambiente laboral.
Por todo esto, es un error que especialistas de infraestructura de red se mantengan al margen durante el inicio del proceso de implementación de cualquier solución de negocios. Muchas veces la participación inicia a pocos días de la puesta en producción de la aplicación, que usualmente es el momento de máxima presión.
Lo más conveniente es medir y evaluar con anticipación el impacto dentro de la red de TI, e incluso el efecto que tendrá ante el usuario y los proveedores cuando surja un problema de desempeño en la red.
El disponer de un primer escenario de la red antes de la implementación de nuevas aplicaciones, permite contar con una línea base inicial del consumo de tráfico y desempeño de los componentes, además se pueden hacer simulaciones transaccionales en ubicaciones geográficas reales con el fin de monitorizar el desempeño e impactos. Esta simulación puede servir también como un espacio de capacitación a los involucrados.