España es el cuarto país de la Unión Europea (UE) que mayor progreso ha logrado en materia de competitividad digital en el último año, según el Índice sobre Economía y Sociedad Digitales (DESI) de 2020 presentado este jueves por la Comisión Europea (CE).
Los principales avances se registraron en Irlanda, Holanda, Malta y España, que mostraron una actuación muy por encima de la media comunitaria.
En la clasificación general del índice -elaborado con datos de 2019 y que por tanto incluye al Reino Unido-, España se sitúa en undécimo lugar, con Finlandia, Suecia, Dinamarca y Holanda a la cabeza (los países con mejor posición en la UE son también líderes mundiales), seguidos de cerca por Malta, Irlanda y Estonia.
El informe muestra que España ocupa el segundo puesto en la UE en materia de servicios públicos digitales gracias a la oportuna aplicación de una estrategia digital por defecto en toda su administración central.
Es el indicador en el que más destaca, muy por encima de la media europea, con una segunda posición en el indicador de datos abiertos con el 90% de la puntuación máxima.
Además, el 82% de los usuarios de internet españoles participa activamente en los servicios de administración electrónica, 6 puntos porcentuales más que el año anterior.
El país también obtuvo buenos resultados en el ámbito de la conectividad (quinto lugar) pero se situó por debajo de la media de la UE en los indicadores de capital humano ya que, aunque está mejorando su puntuación, casi la mitad de la población española carece todavía de competencias digitales básicas y un 8% nunca ha utilizado internet.
La CE señala que el despliegue de redes de fibra óptica (FTTP) sigue siendo una característica importante del mercado digital español, con una cobertura del 80% de los hogares, muy por encima de la media de la UE, del 34%.
A pesar de las diferencias significativas existentes entre las zonas urbanas y rurales, afirma que la cobertura de redes de fibra óptica en las zonas rurales en España alcanza el 46% de los hogares, significativamente por encima de los índices de cobertura tanto rural como total de la UE (21% y 34%, respectivamente).
Por su parte, la cobertura 4G alcanzó el 95%, un 1% por debajo la media comunitaria.
El estudio muestra que los precios de España de la banda ancha de al menos 100 Mbps son más altos que la media de la UE, situándose en el puesto 25, aunque no parecen estar relacionados con el grado de implementación, la cual aumentó significativamente.
Por lo que se refiere a la preparación para la tecnología 5G, España bajó cuatro puestos (del sexto al décimo) ya que aún no ha asignado ningún espectro adicional en las bandas pioneras para esa red, debido a que la pandemia ha retrasado el proceso de subasta de la banda de 700 MHz previsto para mayo.
España ocupa el puesto número 16 en la UE en cuanto a capital humano, con un avance en la clasificación.
El 43% de las personas de entre 16 y 74 años carecen de competencias digitales básicas (solo un 1% por encima de la media europea), mientras que el porcentaje de especialistas en TIC en el empleo total aumentó y ahora se aproxima a la media de la UE (un 3.2% frente a una media del 3.9%).
El uso de los servicios de internet ha aumentado y el 60% de los usuarios españoles utilizan la banca por internet (frente a una media de la UE del 66%) y el 64% compra en línea (71%), aunque solo el 15% vende en la Red (por debajo de la media del 23%).
En integración de la tecnología digital España ocupa el puesto decimotercero, con un 43% de las empresas con un sistema electrónico de intercambio de información (frente a la media del 34%) y el 11% accede a análisis de macrodatos (12%).
En cualquier caso, la CE considera que las pymes españolas siguen sin aprovechar todo el potencial del comercio electrónico: el 19% de las pymes españolas vende en línea (ligeramente por encima de la media de la UE del 18%), aunque solo el 7% lo hace a otros Estados miembros.
La Comisión indica que, aunque la estadística no recoge el impacto importante de la pandemia de coronavirus en indicadores sociales clave como el uso de internet por los ciudadanos, en la recuperación se deberá tener especialmente en cuenta las redes de muy alta capacidad e infraestructura 5G, así como las competencias, tecnologías avanzadas para empresas y servicios públicos digitales.
El informe destaca que España adoptó medidas para mantener la prestación de servicios de comunicaciones electrónicas para la población y para garantizar que estos servicios se desarrollaran sin problemas durante las perturbaciones provocadas por la pandemia, y que realizó un importante esfuerzo contra la desinformación.