El Gobierno de Estados Unidos acusó este jueves a Rusia de tratar de influir en la opinión pública en las próximas elecciones legislativas de noviembre.
El director de la comunidad de inteligencia, Dan Coats, aseguró que Moscú continúa llevando a cabo una campaña generalizada de mensajes para debilitar y dividir a Estados Unidos y confirmó que piratas informáticos rusos han intentado robar información de candidatos y oficiales gubernamentales.
Lo anterior fue expuesto en una rueda de prensa organizada por la Casa Blanca con líderes de la agencia de seguridad sobre la protección de los comicios, después de que en los últimos días han arreciado las acusaciones de no tomarse en serio la amenaza de una nueva injerencia electoral tras la intromisión rusa en 2016.
El temor se ha avivado después de que Facebook desbaratara el martes un esfuerzo ‘coordinado’ de difusión de desinformación, y que una senadora demócrata, que opta por la reelección en noviembre, asegurara la semana pasada haber sufrido un intento de pirateo ruso.
Coats destacó que, por ahora, no se ha detectado una campaña robusta como la de 2016, cuando Rusia lanzó una sofisticada estrategia de difusión de propaganda e información robada al Partido Demócrata con el objetivo de ayudar a Donald Trump y propiciar divisiones sociales. El republicano se ha mostrado titubeante sobre la autoría de Rusia, contradiciendo a sus propios espías. Moscú niega cualquier responsabilidad.
El director del FBI, Christopher Wray, explicó que por ahora no se han detectado esfuerzos para atacar la infraestructura de voto, pero advirtió que los intentos de intromisión extranjera son constantes y que la amenaza es ‘amplia y profunda’.
‘Nuestra democracia está en el punto de mira’, advirtió la secretaria de Seguridad Interior, Ktistjen Nielsen.