IBM mostró al mundo un equipo que no se trata de una computadora personal que se conecta a un teclado, mouse y pantalla para operar, sino de un equipo que se incorpora a pequeños elementos cotidianos desde los que se recabarán datos, y que servirá para ‘monitorear, analizar y gestionar los datos’ en un formato mínimo.
Su potencia y capacidad son equivalentes a lo que proporciona un x86 de los años 90, lo cual es importante si se considera su tamaño y el fin para el que ha sido diseñado.
Este pequeñísimo artefacto puede introducirse en elementos cotidianos del usuario, y estará preparado para una futura integración con sistemas de inteligencia artificial y también será un eslabón más en la gestión de las criptomonedas.
Este resulta ser el primer prototipo y el fabricante adelantó que sigue trabajando en nuevas versiones más capaces y completas que en unos años veremos dentro del mercado.