Sistemas de navegación para autos que predicen dónde se encuentran las zonas con tráfico; cámaras que identifican basura en sitios públicos y llaman a las brigadas de limpieza; internet inalámbrico prácticamente en todas los lugares; sistemas de geolocalización, sobre todo en las infraestructuras viales, para que los padres de familia puedan saber dónde están sus hijos, son sólo algunos escenarios que en un futuro serían comunes dentro de las llamadas Ciudades Inteligentes.
Lo que viene en el ámbito de las telecomunicaciones vía internet es que los automóviles se conecten y que permitan la movilidad vehicular sin necesidad de semáforos; la existencia de mecanismos de control en los cruceros, tanto peatonales como vehiculares, de tal forma que modifiquen la velocidad para asegurar una buena circulación
A través de la Red, las personas podrán conectar objetos comunes de sus casas, como las cafeteras, el baño o encender el horno de microondas desde el auto, antes de llegar a casa. Estas ideas de las cosas interconectadas y ponerlas en operación en el futuro provienen de los conceptos de las Smart Cities y, como vemos, se relaciona mucho con el concepto de compartir y convivir con la tecnología.
Proyecciones
Para 2050, se estima que las ciudades concentren más de 6 mil millones de habitantes, un 66% de la población global, según UN World Urban Prospects, y el reto será dar respuesta al crecimiento de vivienda, movilidad, espacios públicos, y por ello, es muy importante verlo desde una visión integral.
Las Smart Cities o Ciudades Inteligentes son aquellas que integran el uso de soluciones tecnológicas para satisfacer sus necesidades o ampliar sus comodidades, como: la Analítica, Big Data, el uso de sensores o herramientas de automatización, para funcionar de forma eficiente, sustentable y hacer frente a los problemas urbanos.
De acuerdo con Fortinet, fabricante de componentes de seguridad de redes, las Ciudades Inteligentes están en el umbral, impulsadas por una creciente urbanización y tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), pero esta nueva ola de servicios y tecnologías generarán nuevas vulnerabilidades de seguridad. El mercado podría llegar a valer 27.5 mil millones de dólares para el año 2023.
Smart City o ‘ciudad eficiente’ es un concepto que surgió en Barcelona, España y se refiere a la tendencia de desarrollo urbano, en la que una ciudad apuesta por un nuevo modelo de gestión, capaz de responder a las necesidades de sus habitantes, con equidad social a nivel operativo, institucional, económico y ambiental.
Es por ello que las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) desempeñan un papel importante, ya que la Ciudad Inteligente del Siglo XXI es una totalidad en la que deben interactuar la ciencia, la tecnología y la conciencia comunitaria, para mejorar la calidad de vida de los habitantes; no es solamente tecnológica, es además incluyente y participativa porque toma en cuenta a la comunidad en el desarrollo tecnológico y científico.
La Ciudad Inteligente se sustenta en la anticipación de la planeación urbana en todos sus aspectos (ambientales, económicos y sociales), mediante la experimentación tecnológica.
En América Latina, Bogotá, Colombia se ha convertido en la tercera ciudad más inteligente, por detrás de Santiago de Chile y México, según el IESE, Smart City Council y Fast Company. A la capital del país andino le siguen las ciudades de Buenos Aires, Río de Janeiro, Medellín y Montevideo. El Índice de Inteligencia Urbana mide 64 variables en 6 áreas: medio ambiente, movilidad, gobierno, economía, gente y calidad de vida.
Maderas, Tequila y la Ciudad de México buscan ser Smart City
Un problema en México es el limitado marco institucional y normativo para desarrollar las Ciudades Inteligentes, no obstante, la Universidad de Guadalajara es la instancia Coordinadora Nacional (ICN) del proyecto México Conectado, que busca desplegar la infraestructura necesaria para llevar internet a los lugares públicos de todo México, con el objeto de garantizar el derecho constitucional de tercera generación.
Ello requerirá del uso de dispositivos móviles con conectividad a una red confiable y veloz, capaz de colectar información de manera simultánea y sin interrupciones. De esto depende que una iniciativa de Smart City tenga éxito en sus metas y objetivos. Una mala elección en la cobertura, calidad y velocidad de la red que será utilizada para colectar la analítica de un proyecto tan ambicioso puede echar por la borda toda la iniciativa.
El pasado mes de abril, en la Asamblea General de Ciudades Inteligentes, el alcalde Francisco Cienfuegos, propuso al Gobierno Federal asignar en específico un monto de 500 millones de pesos, dentro del Presupuesto de Egresos 2017, para los Municipios que reúnan los parámetros para convertirse en Smart City, y en agosto próximo se establecerá el protocolo a seguir.
Mientras tanto, algunas poblaciones avanzan en la implementación de la infraestructura necesaria para convertirse en Ciudades Inteligentes, como es el caso del proyecto llamado IQ Smart City, ubicado en Ciudad Maderas, municipio de El Marqués en el estado de Querétaro, a 10 minutos de distancia de la capital de ese estado.
IQ Smart City se concibe como una ciudad interconectada a través de internet y dispositivos móviles, con una infraestructura ecológica y energías sustentables para su desarrollo: posee una red inteligente de energía eléctrica, Smart Movility, una plataforma pública para compartir el auto, y Smart Water, para captar el agua de lluvia y utilizarla en el sistema de riego.
El clúster InteQsoft brinda el servicio de internet, mientras que la Universidad provee servicios de capacitación. La idea es demostrar cómo usar recursos de forma más inteligente, reducir costos y generar una nueva cultura en el estado.
También el municipio de Tequila, Jalisco, se perfila como uno de los próximos desarrollos urbanísticos inteligentes, catalogado por la publicación Forbes como uno de los proyectos más ambiciosos de México hacia el 2020. Se trata de un nuevo modelo de gestión eficiente, comprometido con los recursos naturales que busca elevar la calidad de vida de futuras generaciones.
Grupo Cuervo lanzó la invitación a IBM en 2012 para participar en una intervención tecnológica al municipio que fomentará el desarrollo turístico y económico. El proyecto resultó en la proyección de una Ciudad Inteligente enfocada en 4 ejes de diseño: aspecto humano (educación, salud, programas sociales), gobierno (seguridad pública, administración, urbanismo y edificios inteligentes), medio ambiente (transporte, energía y agua, eficiencia) y economía (innovación, productividad, interconexión).
La Secretaría de Turismo aprobó 25 millones de pesos para impulsar el proyecto de IBM y Grupo José Cuervo, a través del Programa de Pueblos Mágicos para que Tequila se posicione como el ‘Primer Pueblo Mágico inteligente‘.
Tecnología para Ciudades Inteligentes
Por lo que hace a la capital del país, la Ciudad de México, la plataforma urbana Smart City, desarrollada por Aire Networks, fue seleccionada para formar parte del Nuevo Plan Integral de Desarrollo Sostenible. Ésta ya se encuentra operando y ha sido diseñada para actuar en áreas de gestión específicas, como el tráfico, la calidad del aire, la sostenibilidad, la respuesta a emergencias y la seguridad ciudadana.
La plataforma se basa en CityZens, la solución de Internet of Things (IoT) desarrollada por el Departamento de I+D, con capacidades Big Data y Cloud que permite integrar y compartir de forma sencilla información de distintos sistemas, dispositivos móviles o redes sociales. Se trata de un gran centro de gestión o ‘cerebro integrador’ que facilita la comunicación entre los distintos servicios y soluciones que conforman el ecosistema de la ciudad (participación ciudadana, transparencia, movilidad, agua, medio ambiente, ocio y turismo, etc.).
Ofrece una visión completa de la actividad. Incluye además herramientas de análisis para prever cuáles son los comportamientos de la ciudad, con relación al uso de los servicios para adaptarlos mejor y de forma proactiva a las necesidades reales.
La plataforma tecnológica ya está en funcionamiento para procesar información de: participación ciudadana, voto online, un dron para vigilancia de aguas contaminadas, aplicación móvil de eventos smart, sistema de visitas guiadas con realidad aumentada, administración electrónica y riego inteligente. Estos servicios están accesibles a través del portal CityZens, donde además se muestra al ciudadano información útil, dinámica y en tiempo real.
Toda la información de carácter público recabada por la plataforma, desde los proyectos piloto y servicios inteligentes de la ciudad, así como por la propia administración, se centralizará en la plataforma tecnológica para su correcto análisis. La información ya procesada se encuentra disponible para la ciudadanía a través del portal Open Data.
Como vemos, estamos ante un cambio de paradigma que pretende aprovechar las virtudes de la tecnología para resolver problemas sociales. Cada vez más voces cuestionan el concepto exclusivamente tecnológico de las Ciudades Inteligentes y sus retornos en términos de eficacia económica.
Por ello, es fundamental facilitar y promover el acceso a herramientas y mecanismos que permitan el codiseño de las ciudades; no sólo otorgar a los habitantes un rol pasivo como usuarios de las tecnologías, sino aprovechar su condición de ciudadanos inteligentes e involucrarles en un proceso compartido, ya que la manera cómo imaginamos la Smart City es, en realidad, otra forma más de proyectar cómo imaginamos la sociedad.