El director ejecutivo del Complejo Mundial de Interpol para la Innovación, Noboru Nakatani anunció hoy en la ciudad colombiana de Cartagena, que ese centro de lucha contra los delitos cibernéticos con sede en Singapur estará operativo en septiembre de 2014.
Nakatani, que asiste a la 82 Asamblea General de la Interpol que concluye mañana, destacó la necesidad de estar a la vanguardia en tecnologías para luchar contra la delincuencia porque los tiempos cambian y la internet se ha convertido en una «buena oportunidad para adquirir ganancias a través del crimen».
Según Nakatani, Interpol no tiene estadísticas sobre la cantidad de dinero que se mueve en el mundo de la ciberdelincuencia, pero indicó que el Centro para la Estrategia y Estudios Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) calcula que la cifra de esta actividad está entre 300 billones y un trillón de dólares.
«El cibercrimen es un delito que ocurre detrás de las pantallas pero ahora se ha convertido en algo tridimensional que trasciende más allá de la internet», explicó Nakatani.
El funcionario manifestó que así como los criminales han usado las nuevas tecnologías para ampliar sus posibilidades de cometer delitos, Interpol está utilizando estas tecnologías para combatirlos.
«Las redes sociales y la tecnología móvil y de comunicaciones son para los ciudadanos pero esto ha estado cambiando, Interpol ha buscado la forma de obtener beneficio de las nuevas tecnologías para detectar a los criminales y poder combatir el delito», agregó.
Nakatani también sostuvo que su oficina trabajará en preservar la seguridad en internet y aseguró que en ningún momento se «violentará la privacidad» de las personas.
«Interpol no realiza ninguna clase de interceptación a comunicaciones», puntualizó.
Según Nakatani, ninguna nación ni organización puede detener el problema de la ciberdelincuencia si sola y por eso se está trabajando con diferentes compañías de seguridad en internet para identificar a los criminales y mantener segura la web.
A la Asamblea General de la Interpol asisten cerca de 1,500 representantes de los 190 países que forman parte de esa organización internacional de Policía con sede en Lyon, Francia.
EFE