La Unión Europea destinará 142 millones de euros a 21 proyectos enfocados en la modernización y despliegue de nuevos cables de telecomunicaciones, incluidos los submarinos.
Estas infraestructuras son clave para el tráfico global de telecomunicaciones y en los últimos dos años han enfrentado problemas que generan preocupación sobre posibles sabotajes.
La Comisión Europea destacó que los cables submarinos son responsables de más del 98% del tráfico mundial de telecomunicaciones, lo que los convierte en un elemento esencial para la resiliencia y conectividad digital. También indicó que todos los beneficiarios de las subvenciones son entidades controladas por la UE y que los cables estarán fabricados con tecnología segura.
Casi todos los cables financiados contarán con sensores geográficos para monitorear actividades cercanas y sistemas de alerta temprana para proteger la infraestructura.
La vicepresidenta de la Comisión Europea encargada de Soberanía Tecnológica y Seguridad, Henna Virkkunen, mencionó que estas inversiones no solo mejorarán las infraestructuras existentes, sino que también permitirán la implementación de nuevas tecnologías, reforzando así la resiliencia y el futuro digital de la UE.
Este paquete de inversiones, que se suma a otras previas, eleva a 420 millones de euros el total destinado a estos cables desde 2021.
La iniciativa llega después de varios incidentes de corte en cables submarinos en el Báltico, que han elevado las sospechas de sabotaje. Recientemente, se registró la interrupción de un cable que conecta Finlandia con Suecia, aunque las autoridades finlandesas han descartado el sabotaje y apuntan a trabajos de excavación como la causa.
En noviembre, se detectaron otros dos cortes de cables submarinos entre Finlandia y Alemania, y entre Suecia y Lituania. Estos hechos están siendo investigados como posibles sabotajes, en los que podría estar involucrado el carguero chino Yi Peng 3.
Asimismo, en octubre de 2023, un gasoducto y un cable submarino entre Finlandia y Estonia sufrieron daños, relacionados con el ancla de un buque chino. A pesar de que las investigaciones siguen abiertas, persiste la incertidumbre sobre si los daños fueron accidentales o deliberados.