Durante 2017 se registraron 7.5 millones de ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS) a nivel mundial, según el Informe de seguridad de infraestructura mundial anual (WISR) de Netscout.
Estos ataques causaron un impacto financiero de entre 10,000 y 100,000 dólares en el 56% de los afectados, casi el doble respecto al 2016.
En el mismo año, México recibió 14,237 ataques DDoS, lo que equivale a 39 amenazas por día y 2 por hora; el tamaño de ataque más grande fue de 44.4 Gbps.
El 44.61% de estos ataques se originaron en México, seguido de Estados Unidos (26.96%), Irlanda (16.18%) y Alemania (12.26%).
Según el informe, el 57% de las empresas y el 45% de los operadores de data center vio cómo su ancho de banda se saturaba debido a los ataques DDoS.
Además, los botnets IoT no solo se utilizaron para ataques de gran volumen en el 2017; también se emplearon para lanzar ataques dirigidos a aplicaciones, servicios y dispositivos de infraestructura, tales como firewalls.
Los encuestados proveedores de servicios experimentaron ataques más volumétricos, mientras que las empresas informaron un aumento del 30% en ataques sigilosos a nivel de aplicaciones. En tanto, el 73% se dirigió al HTTP, el 69% al DNS, y el 68% al HTTPS.
Además, la cantidad de organizaciones que informaron la pérdida de ingresos como un impacto empresarial de los ataques DDoS casi se duplicó en 2017. Aquellos que informaron el costo del tiempo de inactividad de Internet de 501 a 1,000 dólares por minuto aumentaron casi un 60%.
Entre los impactos que sufrieron las empresas atacadas, el 57% citó el daño a la reputación/marca como el principal impacto comercial, y los gastos operativos en segundo lugar.
Por su parte, el 48% de los operadores de data center dijo que la pérdida de clientes era una de las principales preocupaciones después de un ataque exitoso.