Cada año, Tesla informa a sus inversionistas sobre los posibles riesgos que podrían afectarla, desde demandas costosas hasta incendios descontrolados en baterías, guerras y nuevas pandemias.
Sin embargo, en la actualización más reciente apenas se menciona la incursión de Elon Musk en la política de derecha, algo que, según algunos expertos, está alejando a potenciales clientes que no comparten sus posturas.
Las ventas de Tesla en Europa se desplomaron un 45% en enero, de acuerdo con la firma Jato Dynamics, a pesar de que las ventas de vehículos eléctricos en general aumentaron. Esto se suma a los reportes de una caída en California, su mayor mercado en EU, y a la primera disminución anual global en la historia de la compañía el año pasado.
Si bien algunos analistas de la industria automotriz advierten que es prematuro atribuir la crisis de Tesla a la postura de Musk, también señalan que su comportamiento podría agravar la situación.
El Model Y, su vehículo más vendido, tendrá una nueva versión este año, lo que podría estar retrasando compras. Además, fabricantes europeos y chinos han alcanzado a Tesla en autonomía y confiabilidad de baterías.
Las cifras en Alemania y Francia fueron especialmente preocupantes en enero, con una caída del 60% en cada país, superando la media de la región. En Francia, las ventas descendieron otro 26% en febrero.
‘La gente quiere comprar cosas que los hagan sentir bien, no quieren que la política esté involucrada’, explicó el inversionista de Tesla, Ross Gerber, cuya cartera en la compañía alcanza los 60 millones de dólares. ‘Y es aún peor cuando se trata de temas divisivos, como despedir científicos climáticos o retirar ayuda a niños africanos hambrientos’.
La caída de las acciones de la compañía sugiere que las perspectivas de Tesla se deterioran. Desde la toma de posesión de Trump, la empresa ha perdido un 37% de su valor, lo que equivale a 550 mil millones de dólares en riqueza para los inversionistas.