Con el aumento de la sanciones a Rusia tras la invasión a Ucrania, la platafoma de videos YouTube, propiedad de Google, está bajo presión para eliminar o cortar lazos comerciales con algunos de sus canales rusos más prolíficos.
El gigante del video en línea tiene un alcance masivo en Rusia y ha sido durante mucho tiempo una plataforma popular tanto para los críticos del gobierno como para los medios respaldados por el Estado.
Pero ahora, los funcionarios de Estados Unidos, Reino Unido y Europa están discutiendo restricciones que podrían apuntar a grupos y personas con grandes audiencias en la plataforma, creando un dilema para el negocio propiedad de Alphabet.
Las sanciones de la Unión Europea, por ejemplo, apuntarían a Vladimir Solovyov, un periodista de radio y televisión detrás de un canal de YouTube, con más de 1 millón de suscriptores.
Un informe de la UE emitido el miércoles decía que Solovyob es conocido por su actitud extremadamente hostil hacia Ucrania y su elogio al gobierno ruso.
Una transmisión de video en vivo de cuatro horas publicada durante la noche en su canal de YouTube sobre el ataque militar ruso tuvo más de 2.7 millones de visitas en sus primeras nueve horas. Ese video también publicó anuncios, al menos para los espectadores estadounidenses.
Los representantes desde YouTube no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
A principios de esta semana, el presidente de EU Joe Biden prohibió el suministro de ‘bienes, servicios o tecnología’ a entidades que operan en las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, en Ucrania.
Una red de televisión conectada con los separatistas de Donetsk tiene más de 200,000 suscriptores en YouTube y ha publicado más de 25 videos sobre el conflicto de Ucrania en los últimos días.
YouTube tiene asociaciones publicitarias con empresas y figuras en Rusia que se han incluido en restricciones menores, según Omelas, una firma de análisis geopolítico. Esos lazos no violan las leyes existentes, pero muestran cuán profunda es la relación comercial de Google con grupos cercanos al gobierno de Rusia, dijo Ben Dubow, cofundador de Omelas.
‘En este punto, no han hecho nada ilegal’, dijo Dubow sobre Google, donde trabajó anteriormente, pero para expandir su mercado a Rusia, se han metido en la cama con personajes muy, muy sombríos’.
‘Los medios del Kremlin y pro-Kremlin son más dominantes en YouTube que en las vías aéreas rusas’, dijo Dubow. Los canales vinculados al gobierno ruso con sus afiliados han obtenido más de 80,000 millones de visitas, según Omelas.
YouTube ha argumentado anteriormente que su plataforma es una salida vital para los críticos del gobierno en Rusia, donde el Estado tiene estrechos vínculos con los medios de difusión.
En septiembre, después de que YouTube eliminó videos de los líderes de la oposición de Rusia, la directora ejecutiva Susan Wong dijo que la empresa consideraba la libertad de expresión como un ‘valor central’ en el país.
