La agencia de calificación de riesgo Moody’s mejoró desde estable hasta positiva la perspectiva de la evaluación de las compañías de telecomunicaciones de América Latina por considerar que, tras las elevadas inversiones que hicieron en los últimos años, ahora podrán concentrarse en reducir sus deudas.
Sin embargo, alerta que los operadores de telecomunicaciones de México pueden ser la excepción en la perspectiva positiva para el sector debido a la fuerte intervención normativa en ese país, al aumento de la competencia y a la fragilidad de la economía mexicana.
El Moody’s Investors Service informó que el sector de telecomunicaciones en la región se beneficiará este año de la desaceleración de las inversiones de capital así como del aumento de sus ingresos.
La reducción de las inversiones será posible gracias a que, según Moody’s, la mayoría de las empresas que opera en América Latina completó en gran parte el despliegue de sus redes de telefonía en 4G, una costosa operación con la que se habían comprometido para adjudicarse las nuevas licencias.
La calificadora admitió que la rentabilidad del sector ha sufrido presiones en los últimos años pero alertó que los márgenes de los resultados operacionales se estabilizarán en 2017 y 2018 gracias a cambios significativos en América Latina en cuanto al uso de datos, la reducción de los costos y la eliminación de los subsidios telefónicos.
Agregó que la limitada capacidad de las operadoras regionales para bajar sus precios también impulsará el aumento de las ganancias.
Así, tras las presiones de los últimos años para que reduzcan sus tarifas, las empresas podrán aprovechar la cada vez mayor dependencia de los consumidores latinoamericanos por el uso de datos para elevar sus precios sin provocar caídas del consumo.
La calificadora también consideró como limitado el riesgo de que los países de la región introduzcan reformas normativas ‘abruptas’ en los próximos años tras los importantes cambios que impulsaron en los últimos años.
Según Moody’s, en toda América Latina, los entes reguladores de las telecomunicaciones tienden a unirse en torno a objetivos clave tales como expandir la cobertura en zonas rurales, estandarizar la calidad del servicio e incrementar la asequibilidad.
EFE