El concepto de las oficinas abiertas fue diseñado originalmente para aumentar la colaboración de los empleados, pero un nuevo estudio de Oxford Economics y Plantronics encontró que la contaminación acústica resultante de dicha configuración está alcanzando niveles epidémicos.
Según los hallazgos, las condiciones han empeorado mucho desde que se realizó este primer estudio en 2015.
La mayoría de los ejecutivos y empleados informan ruido casi constante en su lugar de trabajo y muchos dicen que carecen de espacio silencioso para reuniones o para concentrarse.
El estudio revela que solo el 1% de los empleados (frente al 20% en 2015) dice que puede bloquear las distracciones y concentrarse sin tomar medidas adicionales en la oficina.
El 54% de los ejecutivos cree que sus empleados tienen las herramientas que necesitan para mitigar el ruido y la distracción en la oficina, pero solo el 29% de ellos están de acuerdo (frente al 41% en 2015).
Como resultado, los empleados están tomando el asunto en sus propias manos para armonizar su entorno de trabajo: el 75% afirma que necesita salir a caminar para concentrarse y el 32% usa auriculares para bloquear la distracción.
Además, los empleados en los entornos de oficina más ruidosos son más propensos a decir que pueden dejar su trabajo en los próximos seis meses.
Bienestar, productividad y rendimiento financiero
Los hallazgos sugieren que el ruido y la distracción afectan el bienestar, la productividad e incluso el desempeño financiero, pero los ejecutivos no parecen estar haciendo lo suficiente para abordar el problema.
De acuerdo con el estudio, el 63% de los empleados dicen que carecen de espacio tranquilo para el trabajo concentrado, lo que tiene un efecto negativo en su productividad, satisfacción y bienestar.
El 96% de los ejecutivos considera que la productividad de los empleados es fundamental para su desempeño financiero, pero solo el 40% comprende el vínculo entre el ruido, la distracción y la productividad.
Adicionalmente, solo un 6% de los ejecutivos informan haber equipado sus oficinas con características de atenuación del ruido.
Millennials, en desacuerdo
Según el estudio, los jóvenes de entre 22 y 36 años están más acostumbrados a una oficina abierta que sus colegas mayores, probablemente porque comenzaron carreras en ese entorno.
A pesar de eso, son los primeros en reconocer los problemas que surgen en estos entornos y tienden a enfrentar estos desafíos de forma diferente a sus colegas mayores.
Los hallazgos en los empleados Millennials son:
- Es mucho menos probable que digan que encuentran un ambiente de trabajo ruidoso energizante (9%, contra 30% de colegas mayores).
- Menos satisfechos con el diseño de su oficina que los empleados más viejos (38% de la generación Millennial frente al 48% de los demás).
- Es más probable que digan que su organización debe abordar el ruido, la distracción y la sobrecarga de información (el 89% frente al 75% de los compañeros de trabajo más viejos).
- Es más probable que digan que salen a caminar para concentrarse (el 84% frente al 63% de los empleados mayores), y que es menos probable que utilicen una sala de descanso de oficina o un espacio silencioso.
La encuesta muestra una correlación entre el crecimiento de los ingresos de las empresas y la forma en que esas mismas empresas abordan sus entornos de trabajo.
Más de tres cuartas partes de los empleados con mejor desempeño (crecimiento de ingresos superior al 10% y menos rotación de colaboradores) informan que el diseño de oficinas y la mitigación del ruido son importantes para el desempeño financiero y abordan de manera proactiva la epidemia de ruido en sus oficinas.
Finalmente, el estudio indica que es más probable que las empresas exitosas proporcionen a los trabajadores herramientas para bloquear el ruido y reducir el espacio para concentrarse.