Según el Banco de México (Banxico), los ataques de ransomware continúan siendo una de las principales preocupaciones en términos de riesgos cibernéticos para la estabilidad financiera en México.
Se prevé que, en 2024, estos ataques aumenten tanto en número como en impacto, subrayando la necesidad imperante de fortalecer las defensas contra esta amenaza creciente.
Los ciberdelincuentes han logrado infiltrarse y paralizar sistemas, generando un aumento significativo en los pagos de rescate y el tiempo de inactividad.
Hasta agosto de 2023, cuatro instituciones financieras en México reportaron incidentes cibernéticos, con consecuencias económicas que ascendieron a 67.61 millones de pesos, evidenciando la vulnerabilidad y el impacto financiero significativo que el ransomware puede tener en la economía del país.
En este contexto, Banxico destaca que los ataques de ransomware, especialmente aquellos iniciados mediante campañas de phishing, continúan siendo una de las principales amenazas cibernéticas para la estabilidad financiera, ya que su impacto puede paralizar las operaciones de las organizaciones durante días.
Ante la previsión de un aumento en la frecuencia e impacto de los ataques de ransomware en 2024, es esencial ampliar las defensas contra esta amenaza.
En este sentido, la nube, o cloud computing, emerge como un aliado indispensable en esta lucha.
Akamai destaca el papel esencial que desempeña la computación en la nube en la protección contra el ransomware.
Según Hugo Werner, vicepresidente regional de LATAM en Akamai, la capacidad de la nube para escalar operaciones, desde el almacenamiento hasta el procesamiento de datos, proporciona una capa adicional de seguridad. Esto no solo reduce las amenazas de manera efectiva, sino que también permite una adaptabilidad ágil a medida que evolucionan las tácticas de los ciberdelincuentes.
La nube no solo ofrece una defensa estática, sino que también permite una respuesta dinámica y proactiva. La capacidad de los servicios de nube para escalar recursos de manera instantánea y automatizada fortalece la resistencia de las organizaciones, minimizando el riesgo de paralización y reduciendo el impacto económico asociado con el ransomware.
El cloud computing se presenta como una herramienta esencial para garantizar la seguridad cibernética, ofreciendo no solo prevención, sino también una respuesta y recuperación robustas ante los desafíos planteados por el ransomware.
Si bien podría pensarse inicialmente que los servicios de cloud computing no pueden frenar los complejos sistemas de ransomware, es necesario replantear soluciones tanto reactivas como proactivas para evitar que las organizaciones sean blanco de ataques que afecten sus cadenas de suministro, estructura y rentabilidad, perjudicando tanto a la organización como a sus clientes y usuarios.