El investigador mexicano Raúl Rojas González creó un auto inteligente que logró cubrir sin dificultades un largo recorrido que incluyó carreteras y ciudades mexicanas.
El automóvil cuenta con 33 sensores entre láseres y radares, así como nueve cámaras de video y un GPS, entre otros aparatos.
Mediante los sensores, con una cobertura de 360 grados, el auto detecta en su camino a otros vehículos, semáforos, obstáculos y peatones que se encuentran hasta a 200 metros de distancia mientras circula por las ciudades o carreteras, y mediante el sistema de localización GPS se conoce su ubicación geográfica.
El trayecto de 2.400 kilómetros entre Nogales, frontera con Estados Unidos, y la Ciudad de México, fue cubierto por el vehículo AutoNOMOS durante 25 horas de manera autónoma. El vehículo puede alcanzar una velocidad máxima de 140 km por hora.
‘La inteligencia de manejo que se necesita en México es mayor que la que se necesita en ciudades europeas o estadounidenses, y si el auto puede recorrer México entonces prácticamente puede hacerlo en cualquier país’, aseguró su creador.
Rojas destacó que la ausencia de líneas de tránsito en algunas carreteras y ciudades mexicanas fue un desafío importante para AutoNOMOS.
‘Un automóvil autónomo para funcionar necesita de muchos mapas para saber por dónde va avanzando, y todos los detalles como salidas, entradas, puentes o semáforos, y esa información no está disponible y se tiene que recabar’, apuntó.
El investigador explicó que las zonas de construcción en las carreteras, los topes, las calles con mucha gente en las ciudades y los baches son los factores que le generan mayor cantidad de conflictos al automóvil.
Rojas detalló que su equipo ha tripulado el vehículo de manera autónoma en Suiza, Estados Unidos, México y Alemania; en la ciudad de Berlín por tramos de 80 kilómetros y en carretera hasta 300 kilómetros.
En México, las altas temperaturas que se registran en el norte del país sobrecalentaron las computadoras y tuvieron que parar para enfriarlas, y en Alemania la nieve cubre las señalización en los caminos y eso dificulta el avance del vehículo.
En cuanto a los costos de un automóvil de su tipo, Rojas indicó que al ser un prototipo sus sistemas son costosos y su valor es 10 veces mayor que el un coche normal promedio. Solo los sensores cuestan 453,000 dólares, aunque lo más caro es la programación de los sistemas, explicó el investigador.
EFE