Los diputados de México aprobaron ayer la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, que el Senado y 31 congresos locales deberán avalar, para regular, modernizar y generar más competencia en el sector.
El texto del proyecto en lo general obtuvo 409 votos a favor, 32 en contra y 2 abstenciones, aunque en lo particular quedó una reserva sobre juicios de amparo, que al final se aprobó con 393 votos a favor, 46 en contra y tres abstenciones.
Entre los cambios introducidos por la reforma se encuentra la posibilidad de que los concesionarios se amparen en caso de que los órganos reguladores de competencia impongan multas o ventas de activos, medidas que sólo se ejecutarán hasta que terminen los posibles juicios.
El proyecto, que busca fomentar la competencia y evitar los monopolios en el sector, forma parte de una serie de modificaciones constitucionales que promueve el Gobierno de Enrique Peña Nieto y que afectan también a la energía, a la educación y a los recursos fiscales.
El dictamen establece la creación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) como un órgano autónomo regulador, en tanto que convierte a la Comisión Federal de Competencia en la Comisión Federal de Competencia Económica para prevenir, investigar y combatir los monopolios y las prácticas monopólicas.
También permite la inversión extranjera directa de hasta el 100% en telecomunicaciones y comunicación vía satélite, y de hasta el 49% en radiodifusión.
La reforma agrega a la Constitución el derecho de toda persona al libre acceso a información plural y oportuna, y que este derecho sea garantizado por el Estado.
Se precisa que las telecomunicaciones son servicios públicos de interés general y en su prestación no existirán «injerencias arbitrarias».
La reforma fue aprobada inicialmente por los diputados y pasó al Senado, que incluyó modificaciones, y, de regreso, la cámara baja volvió a introducir un pequeño cambio en el texto, por lo que el documento tendrá que ser avalado aún por el Senado.
Un informe presentado el año pasado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aseguró que la falta de competencia en telecomunicaciones ha costado a México 25,800 millones de dólares por año (1.8% del producto interno bruto).
Las empresas América Móvil y Telmex, del magnate Carlos Slim, controlan la mayor parte de la telefonía móvil y fija en México, con el 70 y 84% del mercado, respectivamente.
El Grupo Televisa, de Emilio Azcárraga, es la empresa dominante en televisión abierta, con casi 70% del mercado, seguida por TV Azteca, de Ricardo Salinas Pliego, con alrededor de 30%.
EFE
