El Gobierno de Estados Unidos, sin dar una razón, terminará prematuramente un contrato a Royal Philips por 650 millones de dólares para ventiladores, firmado en abril para combatir la crisis del COVID-19.
El productor holandés de equipos médicos espera generar un modesto crecimiento de ventas y un margen ajustado para las ganancias antes de intereses, impuestos y amortización, de aproximadamente el mismo nivel que el año pasado, dijo la enpresa en un comunicado el lunes. Las acciones cayeron hasta un 4.7%.
La compañía informó que suministró 12,300 ventiladores a la Reserva Nacional Estratégica de Estados Unidos a fines de agosto. Sin embargo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos rescindió el pedido de los 30,700 dispositivos restantes sin dar una razón, dijo el director ejecutivo Frans van Houten.
‘Es muy inusual que se cancele un contrato como este’, dijo van Houten en una entrevista telefónica. Philips, sin embargo, ve un crecimiento positivo para el año, ya que los libros de pedidos de la compañía ‘están en su punto más alto’, comentó.