Durante el último año, casi 1 de cada 3 (31%) brechas de datos han derivado en el despido de empleados, con un 29% en pymes y 27% en grandes empresas, de acuerdo con una investigación de Kaspersky Lab.
De todas estas brechas, los empleados de más alto rango –y no los del departamento de TI– fueron las principales víctimas de despidos.
Según el estudio, el 43% de las empresas a nivel global tuvo al menos una fuga de datos en el último año, en las cuales el 40% se vio afectada la Información de identificación personal (PII, por sus siglas en inglés) de los clientes.
La variedad de empleados despedidos que pusieron al descubierto datos de clientes afectó tanto a directores generales como a empleados de niveles inferiores.
Además de las pérdidas que suponen las brechas de datos, las empresas han tenido que pagar compensaciones a los clientes afectados, un 35% para las pymes y un 38% para grandes empresas.
De igual manera, el 27% de las pequeñas y medianas empresas y 31% de las grandes empresas han tenido que pagar sanciones y multas.
El tipo de almacenamiento de esta información también es un factor que impacta en su grado de vulnerabilidad: aproximadamente 20% de los datos confidenciales de clientes y corporativos residen fuera del perímetro de la empresa: en la nube pública, en dispositivos BYOD y en aplicaciones SaaS, lo que supone un desafío para controlar la circulación de datos y mantenerlos seguros.