El presidente de España, Pedro Sánchez, confirmó que la aplicación Radar COVID completó ya el proceso técnico de implantación en las comunidades autónomas de Andalucía, Cantabria, Extremadura, Castilla y León, Canarias y las Islas Baleares.
El mandatario insiste en la urgencia de que su uso se extienda cuanto antes a todo el país.
‘Exhortamos a todas las demás comunidades autónomas que aún no lo han hecho, a que se incorporen al sistema de rastreo digital’, dijo.
El Radar COVID está disponible desde hace semanas para su descarga en las tiendas de aplicaciones y contribuye a trazar contactos de riesgo a través de Bluetooth.
‘La información que obtiene el rastreo de contactos nos permite conocer el nivel de riesgo de contagio y avisar a los interesados’, explicó el líder del ejecutivo.
Cuando los teléfonos de dos usuarios estén durante al menos 15 minutos a una distancia inferior a 2 metros, intercambiarán unos ficheros a través de Bluetooth, que guardarán durante 14 días. Si un usuario es diagnosticado de COVID-19, el médico (o los rastreadores) le suministrarán un código alfanumérico aleatorio.
Al introducirlo en su aplicación (algo que también es voluntario) los usuarios con los que haya tenido ese contacto estrecho (cuyos teléfonos revisan dos veces al día la lista de esos códigos) recibirán una alerta. En ningún caso se revela la identidad de la persona infectada
Según las estimaciones que manejamos, una implantación superior al 20% en estas aplicaciones podría ayudar a reducir el impacto de la pandemia en un 30%, detalló Sánchez.
Esta valoración aportada anteriormente por el asesor técnico del proyecto, Pablo Rodríguez, se suma a los resultados de un estudio de la Universidad de Oxford que considera que, para lograr una máxima eficacia, el porcentaje de descarga debería de ser del 60% en la población de un país, aunque cualquier porcentaje inferior también ayudaría a frenarla.
Instalación y uso
Para los usuarios, el procedimiento es sencillo: solo necesitan descargar e instalar la app a través de la tienda de aplicaciones que corresponde a sus dispositivos, aceptar la política de privacidad y activar el Bluetooth.
Pasado este punto, las únicas interacciones que la ciudadanía puede hacer con su aplicación es notificar un positivo (propio), verificar su nivel de riesgo o recibir una notificación de exposición, en caso de que se produzca.