En una reunión bilateral celebrada en Ginebra, Estados Unidos instó a China a alcanzar un consenso global sobre el desarrollo seguro y responsable de la Inteligencia Artificial (IA) en todo el mundo.
Durante el encuentro, que tuvo lugar el 14 de mayo, los representantes de ambos países discutieron de manera franca y constructiva sobre la seguridad y la gestión de los riesgos asociados con la IA.
La delegación estadounidense, liderada por el Director de Tecnología y Seguridad Nacional, Tarun Chhabra, destacó la importancia de garantizar la protección y la confiabilidad de todos los sistemas de IA para aprovechar sus beneficios y fomentar un consenso global en torno a estos principios. Al mismo tiempo, expresaron sus preocupaciones sobre el uso indebido de la IA, incluido el de China.
Estados Unidos subrayó la necesidad de mantener canales de comunicación abiertos sobre los riesgos y la seguridad de la IA como parte fundamental de una competencia responsable.
Esta reunión sigue a la cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de China, Xi Jinping, en noviembre de 2023 en San Francisco, donde ambos líderes acordaron la convocatoria de expertos gubernamentales para abordar los riesgos asociados con los sistemas de IA avanzados.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha expresado su apoyo al enfoque centrado en las personas y a la garantía de que la IA sea beneficiosa, segura y equitativa. Sin embargo, informes indican que Estados Unidos tiene una ventaja inicial en las capacidades generativas de IA, aunque los recursos considerables de China podrían permitirle superar a Estados Unidos en un futuro cercano.
Recientemente, se reveló que en 2020, la inteligencia estadounidense detectó intentos de China e Irán de influir en los votantes estadounidenses durante las elecciones generales mediante contenido de vídeo y audio deep fake, una técnica de IA que simula de manera realista la voz y el video.
El FBI ha advertido que el avance de las tecnologías de IA aumentará la capacidad de los adversarios extranjeros para influir en las elecciones con desinformación.