En la antesala de la llegada a los mercados del modelo insignia, la firma surcoreana confía en que las ventas del nuevo Galaxy S6 superen a las de sus versiones anteriores.
Hasta ahora el Galaxy S4 -lanzado en 2013- ha sido el teléfono más vendido de la firma surcoreana con unos 70 millones de unidades según estimaciones, mientras que el Galaxy S5 no logró cumplir con las expectativas de ventas de la empresa.
El Galaxy S6, así como su versión Edge que busca ganarse a los consumidores con un innovador diseño de pantalla sin bordes, saldrán a la venta mañana en 20 países como Corea del Sur, España, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, y en los siguientes días se expandirán a otras regiones.
Entre sus nuevas prestaciones destacan la recarga inalámbrica de batería o el sistema de pagos móviles Samsung Pay, así como una mayor rapidez y una cámara más avanzada, además de revestimiento de aluminio y cristal que según muchos críticos lo asemejan al iPhone de Apple.
Muchos expertos creen que el futuro a medio plazo de Samsung depende en gran parte del éxito o fracaso del Galaxy S6, ya que la compañía busca recuperar la cuota de mercado perdida en el último año a favor de Apple y los fabricantes chinos.