La Comisión Europea (CE) y el Gobierno de Brasil firmaron un acuerdo de colaboración para el desarrollo de tecnología móvil de quinta generación (5G), con miras hacia 2020, año previsto para que comiencen a comercializarse productos con 5G.
Mediante dicho acuerdo, ambas entidades se comprometen a desarrollar una definición global de 5G e identificar los servicios, como por ejemplo autos conectados o el Internet de las Cosas (IoT), que tendrían que tener acceso primero a esta tecnología.
Las redes de quinta generación tienen la capacidad de multiplicar las velocidades y reducir la latencia, es decir, el tiempo de respuesta desde que se da una instrucción a un dispositivo hasta que éste reacciona.
La Comisión Europea confía en que para los próximos años todo estará conectado a 5G, que será la espina dorsal de la industria del futuro, de servicios públicos modernos y de innovadoras aplicaciones en ámbitos como la automoción, la salud o el hogar.
EFE